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El Pensamiento Sistemico

2015-04-06 PS 001

“Desgraciadamente, hemos seguido el modelo de Descartes (contemporáneo de Pascal) que preconizaba la división de la realidad de los problemas. Sin embargo, un todo produce cualidades que no existen en las partes separadas. El todo no es nunca únicamente la adición de las partes. Es algo mas”. Edgar Morin (1984)

El Pensamiento Sistémico: una nueva forma de tratar con el mundo. La “Periodización Táctica”: Una nueva forma de tratar con el Fútbol.

La emergencia de un nuevo pensamiento (Pensamiento Sistémico o Complejo):

Según Gomes, M (en 2006 citando a Durand, 1979), “La Ciencia occidental se orientó y edificó sobre con tributos del racionalismo clásico, heredado de Aristóteles y desarrollado por Descartes”. El Pensamiento Científico  Clásico tomo el mando del entendimiento, pasando a ser el referente mundial, tomándose como verdad única e incuestionable, dejando otros Pensamiento a su sombra. Sin embargo, tal como dice Capra, F., (2007) en Occidente la “Tradición científica está basada en el pensamiento lineal”, mientras que los Sistemas son no lineales. Es por ello que el Pensamiento Científico Clásico se basa en una visión mecanicista y causal, que lo hace débil como esquema para la explicación de los grandes problemas que se dan en los Sistemas vivos. Se asienta en un pensamiento analítico, divisionista y mutilante, ya que la fragmentación de las partes de un sistema implica no sólo la separación de éstas, sino la anulación de sus propiedades. Otra característica que define este pensamiento es que tiene verdades como absolutas.

De esta forma aparece un nuevo Paradigma Intelectual, apoyado por autores como Von Bertalanffy, Edgar Morin, Le Moigne… y contrario al Pensamiento Científico Clásico, que pasa de la visión mecanicista existente hasta el momento, a una visión que piensa en el todo. “Estas ultimas se conocen por teorías sistémicas, y la manera de pensar que implican pasó a ser conocida como pensamiento sistémico”, Capra, F. (1996 cit. Por Gaiteiro, B en 2006).

Este Pensamiento Sistémico se basa primordialmente en que “el todo no es igual a la suma de las partes”, Morin, E. (2001). Como nos dice Capra, f. (1996 cit. Por Gaiteiro, B. en 2006) “el todo presenta propiedades fruto de las interacciones y de las relaciones entre sus partes y la relación del todo con el contexto”. Este mismo autor pone en entredicho el Método Científico Clásico al asegurar que, “esas propiedades son destruidas cuando el sistema es diseccionado , física o teóricamente, en elementos aislados”, y por ello se debe siempre contextualizar. Como refiere Gaiteiro, B (2006) “entender las cosas sistémicamente significa, literalmente, colocarlas dentro de un contexto, establecer la naturaleza de sus relaciones”.

Otra característica fundamental que define el Pensamiento Sistémico y al cual acerca Gaiteiro, B (2006) es la comprensión de que “los objetos están, antes que nada, inmersos en <<redes de relaciones>>, las cuales, a su vez, se relacionan con otras redes”, por lo que podemos llegar a la conclusión de que no existen partes sino que se trata de una gran red que alberga multitud de redes interconectadas entre si, de ahí que no sea coherente su separación. Como última gran característica se expone que dentro de un Sistema se encuentran otros Sistemas, con igual o diferente grado de complejidad.

La necesidad de una Visión Sistémica para ese Fenómeno Complejo llamado Fútbol:

“La Periodización Táctica trata los fenómenos complejos, pues contempla el objeto en su totalidad y contexto”. Gaiteiro, B (2006)

También al Juego y al <<Juego>> que un Equipo produce llegó el pensamiento cartesiano, analítico y mutilante, con la intención de simplificar esta complejidad que les es inherente, haciéndoles sufrir una fragmentación, una descontextualización es sus diferentes dimensiones, un aislamiento de sus factores y partes (táctico, técnico, físico y psicológico), así como de los momentos que lo forman (momento ofensivo, momento defensivo y momentos de transición ataque-defensa y defensa-ataque), no respetando el Principio de “entereza inquebrantable” que el Juego lleva intrínseco.

Este afán del Conocimiento Científico Clásico por cuantificar invadió sus conocimientos, aislando sus aspectos y momentos, todos ellos pasando a ser trabajados de forma aislada y analítica, y por tanto de forma descontextualizada,. Ante eso, dice Morin, E. (1985) que, “Todavía difícilmente se entiende que la disfunción y fragmentación de los conocimientos afectan no solo a la posibilidades de un conocimiento del conocimiento sino también a nuestras posibilidades del conocimiento sobre nosotros mismos y sobre el mundo, provocando aquello a que Gusdforf  llama justamente una <<Patología del saber>>”

Esta “patología del saber” afecto al futbol a través de la Periodización convencional (teoría creada por Matveiev), que fragmentó el Fútbol en sus cuatro factores y momentos, aislándolos y descontextualizándolos, y que todavía hoy impera. Para Vitor Frade (2003 cit. Por Gaiteiro, B, 2006) “la generalidad de las personas, todavía no se saco de la cabeza aquello que es el gran cáncer conceptual, que son las fases, los periodos, las etapas, las cargas”, haciendo de esta forma referencia a otras características de la teoría de Matveiev.

Sin embargo existen muchos autores y profesionales de Fútbol que optan por otra vía , que optan por una visión diferente (Pensamiento Sistémico) y, defienden una globalidad que integren todas las dimensiones y momentos que lo conforman. En esta dirección va Mourinho, J. Cuando expone en la revista Única de del periódico Expresso (cit. Por Amieiro, N, Oliveira, B., Resende, N y Barreto, R. en 2006): “Defiendo la globalización del Trabajo, no separación de los componentes físicos, técnicos, tácticos y psicológicos…” refiriéndose también a la globalidad, en este caso a la que forman los momentos del juego, (cit. Por Amieiro, N. en 2005) nos dice, “no consigo decir si lo mas importante es defender bien o atacar bien, porque no consigo disociar esos momentos. Creo que el equipo es un todo y su funcionamiento es hecho en un todo también”.

También nosotros vemos necesario el surgimiento de un Pensamiento no reduccionista, que entienda la problemática real que afecta a los Fenómenos Complejos, y en nuestro caso especial, al Fútbol. Necesitamos a una nueva visión que, como nos dice Morin, E (1990) cambie “al paradigma de disyunción/reducción/ por un paradigma de distinción/conjunción/ que permita distinguir sin desarticular, asociar sin identificar o reducir”. O sea, hablamos de pasar de una Metodología existente (reduccionista, aisladora, analítica) a una, Metodología que comprenda la globalidad de los factores y momentos que forman el Fútbol y, que no los separe a la hora de trabajarlos.

Al buscar en el panorama del conocimiento científico en las últimas décadas nos entra la sensación de que algo está cambiando. Y no son propiamente los objetos de estudio los que están cambiando, pero si, sobre todo la forma cómo nos fijamos en ellos. Por lo tanto, una visión mecanicista del universo parece dar poco a poco paso a un nuevo paradigma del conocimiento, paradigma este que Morín (1990) llama el «paradigma de la complejidad».

Dentro de este nuevo paradigma, los fenómenos del Universo son estudiados y tratados sin perder nunca el sentido del todo, sin que la necesaria descomplejización (en lugar de «simplificación»), para comprender e intervenir mejor sobre el tema, resulte en un empobrecimiento del mismo y supone los mismos efectos perversos en el contexto de la praxis. En el caso del fútbol, se ha observado que, poco a poco, una nueva manera de mirar las «cosas» del entrenamiento comienza a florecer, en particular en el ámbito académico, y a tener algunas repercusiones muy interesantes, no obstante “las sombras del pasado».

Al tratar de dar el «paso al frente» para el nuevo paradigma surge una concepción del entrenamiento cuya lógica se basa precisamente en el respeto por la complejidad de un fenómeno que también es muy complejo como es el Fútbol. Esta concepción se conoce comúnmente como «Periodización Táctica» o Modelización Sistémica y tiene como particularidad la acentuación permanente por los principios que caracterizan una determinada forma de jugar y que, por tanto, considera el entrenamiento como un proceso de enseñanza y aprendizaje. Pero, paralelamente a este entendimiento, surgieron conceptos como “entrenamiento con balón” y “entrenamiento integral», que tal vez deberíamos eludir ya que  tienen una evidencia que, detrás de su aparente «modernidad» parecen reflejar algunas incoherencias en el momento de su funcionamiento, debido a que todavía se aferran a algunas ideas del pasado.

Respetando entonces la elevada complejidad del fútbol y la elevada complejidad humana, fácilmente aceptamos la necesidad de que los entrenadores posean conocimientos mucho más allá del Fútbol para poder emprender un proceso de esta naturaleza. De ahí que los recientes avances en el área de las neurociencias, acabaran por dar una gran cantidad de información que no debemos, del todo, ignorar. Como bien expresa Jensen (2002: 11) «estamos en el umbral de una revolución: la aplicación a la enseñanza y el aprendizaje de los nuevos e importantes descubrimientos  sobre el cerebro. Esta evolución va a cambiar los tiempos de inicio escolar, las políticas disciplinarias, los métodos de evaluación, las estrategias de enseñanza, las prioridades de los presupuestos, los ambientes de las aulas de clase, la utilización de la tecnología y hasta el modo de pensar de las artes y la educación física.”  Y teniendo en cuenta la necesidad ya reconocida, desde hace tiempo de que los jugadores de un equipo adquieran hábitos de comportamiento, de modo que un equipo pueda construir una forma de juego propia, los nuevos descubrimientos en el campo de las emociones y de los procesos que ocurren en nuestro cuerpo y nuestra mente, al margen de nuestra conciencia, puede ser un triunfo importante para liderar un proceso de enseñanza-aprendizaje/entrenamiento.

Este estudio busca por lo tanto, aclarar en una primera fase esta «polvareda conceptual» en torno al entrenamiento, apoyándose después sobre la forma como una búsqueda sistematizada de un “jugar”, propiamente dicho, es llevada a cabo y cuáles son sus ventajas. Para hacer esto se requiere la necesidad de conocer cuál es la lógica en la que está basada la ejecución, como el entrenamiento es planeado y ejecutado por el entrenador para que el equipo construya y consolide su forma de jugar lo largo de toda la temporada.

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