Crear hábitos, no mecanizar movimientos

2015 07 27 movimientos Como ya hemos reflejado en los capítulos anteriores, lo que pretendemos conseguir, a través de la “Periodización Táctica”, es una adaptación de los jugadores a una determinada forma de <<juego>> pretendida por el Entrenador, y que las intenciones previas (lo que queremos que suceda) se formen en intenciones en el acto durante la competición. Según Gomes, M. (2006) “para que los comportamientos de los jugadores y equipo se inscriban automáticamente en el desarrollo del proyecto de juego del equipo es preciso crear hábitos”. Y hace mención a lo referido en el punto anterior: “A través de ellos, los comportamientos surgen al nivel del inconsciente o sea, resultan de la capacidad de anticipación de la repuesta”. Según Frade (8 cit. por Rocha en 2000) “cuando entrenamos para conseguir una adaptación, el proceso acontece al nivel del “saber hacer”. Para Carvalhal, C. (200) esa adaptación es creada “a través de un hábito que se adquiere en la acción”. Según El Diccionario Práctico Ilustrado, Lello y hermanos editores (cit. por Carvalhal, C. en 200), hábito es “la disposición adquirida por la repetición frecuente de un acto, siendo la disposición <<una tendencia, una aptitud>>”, que como hemos visto anteriormente vendrá marcada por Sentimientos vivenciados con anterioridad. Bordieu (cit. por Carvalhal, C. en 200) añade que, “la disposición es un término más amplio que el hábito y puede ser definida como un saber hacer”. Además, nos dice que “las disposiciones pueden ser innatas o adquiridas”, y que “el hábito es una disposición adquirida, pudiendo su aprendizaje tomar diversas formas donde la simple repetición es muchas veces insuficiente”. Esta repetición puede ser, en ocasiones, insuficiente porque ese hábito, que se adquiere en la acción, puede evolucionar o no con la repetición. Si la repetición de una acción es activa y contextualizada existirá evolución adquiriéndose “un saber hacer” nuevo. Por el contrario, si la repetición se realiza de manera no activa, las disposiciones adquiridas hasta aquí se mantendrán, pero no existirá evolución. Dada la importancia que acoge la repetición sistemática en la transformación de “un saber hacer” en hábito, Vítor Frade (cit. por Carvalhal, C. en 200) expone que, “para adquirir un Principio, el entrenamiento tendrá que ser <<adquisitivo>>”, esto es, el tiempo de acción en términos de propensión tiene que hacer aparecer un gran porcentaje de determinadas cosas. Este es otro de los principios en que se basa la “Periodización Táctica”, el Principio de las Propensiones, que consiste en hacer aparecer un gran porcentaje de lo que queremos alcanzar, del objetivo pretendido. Para ello, debemos condicionar el ejercicio, para que surja repetidamente el comportamiento pretendido. La forma de operacionalizar un Principio, con el fin de conseguir una adaptación por parte de los jugadores, es entonces a través de la repetición sistemática (en Especificidad), permitida en este caso por el Principio de las Propensiones. Imaginemos que queremos conseguir que los jugadores de nuestro Equipo hagan un tipo de presión. Realizamos un ejercicio donde 6 jugadores presionan, los tres delanteros y los 3 medios (en un sistema -4-3-3) ante 7 jugadores con posesión del balón, por ejemplo los 4 defensores más 3 medios. Si lo que queremos es que los jugadores adopten este Principio deberé poner normas al juego de manera que se den muchas recuperaciones del balón por parte de los jugadores que presionan, cumpliendo de esta forma la repetición sistemática que les hará llegar a un hábito. Al ser Específico de nuestro <<juego>> este hábito, podremos alcanzar la esfera del “saber sobre un saber hacer>”, que no es otra cosa que “hacer consciente lo que se quiere”, Vítor Frade (2007). De un saber hacer al saber sobre un saber hacer Entrenar en Especificidad y tener en la repetición sistemática el soporte de la viabilidad de la adquisición de sus principios de juego le permite promover el aparecimiento, en el seno del equipo, de intenciones en el acto en conformidad con las intenciones previas, Amieiro, N., Oliveira, B., Resende, N. y Barreto, R., (2006) Sin embargo, esta repetición sistemática (conseguida con el Principio de las Propensiones) de la que habla Vítor Frade y a la que también se refiere Resende, N., cuando nos dice que, “el aprendizaje (asimilar y apropiar determinados principios del Modelo de Juego) resulta de la repetición sistemática”, deberá ser intencional y activa, o lo que es lo mismo, Específica, pues como dice Carvalhal, C. (200), “además de la repetición, el aprendizaje requiere una estructuración intencional de las ocurrencias repetidas, siendo sus efectos más visibles, cuanto más activo fuese ese aprendizaje”. A ello se refiere Vítor Frade (cit. por Freitas, S. en 2004) cuando afirma que “sólo el movimiento intencional es educativo”. Estamos diciendo que ese hábito que pretendemos crear en el jugador, a través de la repetición sistemática, debe ser intencional y contextualizado al Modelo de Juego pretendido.
Extracto del Libro: Que es la Periodizacion Táctica de Xavier Tamarit

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