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ENTRENAMIENTO SISTÉMICO – FUTBOL y la Teoría de los Sistemas Dinámicos Complejos.

En contrapropuesta con el paradigma clásico, el cual entiende el sujeto como máquina, surge como método de estudio la teoría de los sistemas dinámicos (TSD), el aporte que a las ciencias del entrenamiento le hace, se basa en el estudio del aprendizaje y el control motor. En la actualidad, son cada vez mas los entrenadores que profundizan en dicha temática, con la intención de generar propuestas de entrenamiento acordes a los contextos dónde estas se desarrollan.

En la teoría de los sistemas dinámicos (TSD), entiende al todo como algo más que la suma de sus partes. Esto llevado al mundo del entrenamiento deportivo, genera propuestas metodológicas donde la tarea es contextualizada y guarda una estrecha relación con la realidad donde esta acontece. Las capacidades físicas del deportista coexisten todas en simultaneo y no se entrena separadamente una de otra. Al enfrentarse permanentemente a contextos cambiantes, las habilidades a desarrollar deben seguir un patrón de cambio permanente.

Este modelo sistémico, emerge poco a poco. Toma como base la teoría ecológica y la teoría de los sistemas dinámicos; y se opone al reduccionismo que ha dominado la ciencia durante siglos, remplazando su estado de permanencia por un estado cambiante, su rigidez por flexibilidad y su estabilidad por adaptabilidad (Gréhaigne, Bouthier y David, 1997; Gréhaigne, 2001:48).

 Siguiendo a Durand (1979) citado por Garganta y Gréhaigne (1999), el modelo sistémico se asienta en cuatro categorías fundamentales: interacción, globalidad, complejidad y organización. Según la concepción de estos autores, el juego del fútbol contiene interacción porque los jugadores que lo constituyen actúan en una relación de reciprocidad; es global porque el valor de los equipos puede ser mayor o menor que la suma de los valores individuales que lo constituyen, es complejo porque existe una gran abundancia de relaciones entre los elementos de juego; y es organizado, porque su estructura y funcionalidad se configuran a partir de las relaciones de cooperación y oposición, establecidas en el respeto de los principios y reglas, y en función de finalidades y objetivos.

En la teoría de percepción directa de Gibson, podemos extraer el concepto “affordance” que no es otra cosa, que la capacidad del sujeto para establecer coordinaciones entre percepción y acción, es decir, cómo percibe el sujeto el valor funcional o utilidad de una acción en un determinado momento. A partir de esta teoría, el aprendizaje es un proceso de adaptación motriz al ambiente y lo que más diferencia a un experto de un novato es cómo percibe la información y cómo gana eficiencia en la elaboración de “affordance” (González Valeiro, 2001:126; en Vegas, 2006:156). Así, en el fútbol, el éxito del jugador puede venir no sólo determinado por sus capacidades de acción, sino que dependerá en mayor medida de esta capacidad para captar las posibilidades de acción, en función de cuando un comportamiento es posible, o cuando no lo es (Pol, 2011:29).

El enfoque clásico en el aprendizaje / adquisición de habilidades y estado físico se reemplaza por el objetivo de aumentar el potencial de diversidad / imprevisibilidad de los equipos / deportistas a través del desarrollo de sinergias.

Entrenar favoreciendo SINERGIAS.

Durante la práctica deportiva, los jugadores se reorganizan continuamente, formando sinergias funcionales orientadas a objetivos, es decir, estructuras de coordinación que permiten la compensación recíproca de componentes. Estas sinergias, definidas en muchos niveles (p. Ej., Muscular, fisiológica, psicobiológica, constituyen coaliciones integradas de moléculas, músculos, neuronas, etc. En el contexto del deportista intérprete o ejecutante entorno ambiental, tienden a operar como conjuntos unitarios limitados por las acciones del oponente o los desafíos de logros. Como cada nivel está anidado en el siguiente, las funciones se acoplan dinámicamente y no hay necesidad de una plantilla o plan para gobernar las relaciones.

En el contexto de los deportes de equipo, esto implica que, desde procesos celulares (por ejemplo, bioquímicos) hasta sinergias colectivas de equipo (comportamiento táctico), todas las funciones se integran dinámicamente sin la necesidad de programas internos o externos.

Al imponer restricciones (variabilidad) en el sistema, los componentes acoplados en la sinergia cambian juntos, en lugar de independientemente.

Los enfoques de entrenamiento tradicionales, centrados en componentes de entrenamiento (por ejemplo, jugadores en deportes de equipo, vías metabólicas aeróbicas y anaeróbicas en acondicionamiento físico), ignoran que esos componentes están acoplados y tienen propiedades integradoras.

En los deportes de equipo no debemos referirnos a programas motores, en realidad se dispone de sinergias preferenciales que será configuradas mediante la relación entre las características individuales y la exposición al medio. Es importante poder apreciar como evolucionamos, en este punto y mediante la introducción de estos autores en la comprensión mas ecológica del deporte.

Para ello es fundamental entender la estructura y la dinámica de las interacciones entre los jugadores. Las sinergias en el fútbol se producen de manera dinámica dentro de un espacio-tiempo determinado y con intensidades variables de aparición.

Una de las claves será encontrar esos patrones de conexión de mayor rendimiento para el equipo. La aparición de estos patrones se deberá realizar de manera coordinada con la finalidad de conseguir un objetivo común, unificando así las funciones de los jugadores.

Para que nuestros lectores nos entiendan, facilitaremos el siguiente ejemplo. Uno de los objetivos de la pretemporada es el de buscar estructuras y funcionamientos entre los jugadores que faciliten las interacciones en el juego. Pero cada jugador llega con una capacidad de interacción, jugadores con mayor capacidad de asociación, jugadores más cómodos con juego directo, etc. El entrenador a través de sus ejercicios buscara que emerjan ciertos patrones de comportamientos y coordinadaciones que proporcionen eficacia y efectividad en el juego del equipo.

Las sinergias en el fútbol son complejas y no lineales actuando en un entorno de continua transformación. El jugador debe adaptar sus movimientos a las características del entorno, entorno en el que estarán sus compañeros, los rivales, el espacio de juego y el balón.

En los sistemas NO lineales no existe proporcionalidad. Por ejemplo, si se duplica la carga de entrenamiento en un deportista, esto no significa que rendirá mejor, de hecho, puede llegar a suceder lo contrario. La falta de proporcionalidad hace que los sistemas No lineales sean más impredecibles, lo que genera mayores complicaciones en los abordajes metodológicos producto de las mediciones. 

La autoorganización de las sinergias en el fútbol.

Las adaptaciones son forma de evolución, es aquí donde ingresa el termino de autoorganizacion, justamente en referencia a la capacidad de un sistema para evolucionar. Los sistemas tienden al orden de manera interna producto de las SINERGIAS.

Las sinergias en el fútbol se autoorganizan, siempre actuando bajo la lógica interna del juego.

El entrenamiento debe ir enfocado hacia la coordinación interpersonal de los jugadores, más que hacia el entrenamiento de sus partes pensando que este tendrá su efecto sobre las interacciones de los jugadores.

Estas interacciones serán vivas y dependientes de las características cambiantes del entorno al que se le esta sometiendo a los jugadores que están estableciendo conexión.

Una de las claves del entrenamiento será la de construir comportamientos sincrónicos moldeables a la variabilidad y perturbaciones del juego.

Consecuencias prácticas para el entrenamiento en los jugadores.

  • El deportista es un sistema dinámico NO lineal en continua interacción con el entorno y la tarea, donde el aprendizaje emerge por motivos de auto-organizacion.
  • Debe procurar entender el entorno y adaptarse para lograr soluciones motrices cada vez mas eficaces y eficientes.
  • Es influenciado por el contexto en que se desarrolla.
  • Sus niveles de rendimiento no son estables. No se mantienen los mismos niveles durante largos periodos, sino que disminuye o varían en determinados momentos de forma impredecible.
  • El deportista es el protagonista del entrenamiento. Esto le genera autonomía, confianza y motivación, variables que favorecen la toma de decisión.

EL ENTRENAMIENTO DEBERIA SERVIR PARA QUE LOS JUGADORES PUEDAN AJUSTAR LAS INTERACCIONES CON LOS COMPAÑEROS, ADECUAR MOVIMIENTOS QUE PUEDAN ACOPLARSE EFICIENTEMENTE, PARA ADAPTARSE A LO QUE PROPONGA EL JUEGO, GENERANDO UN PENSAMIENTO COLECTIVO QUE LES PERMITA RESPONDER EN FORMA CREATIVA Y EFECTIVA A LAS VARIADAS SITUACIONES, GENERANDO AUTONOMIA PARA ORGANIZARSE Y ADECUARSE A LAS INCERTIDUMBRE CONSTANTE DEL JUEGO. Y EVOLUCIONAR.

Prof. Quique Cesana
Creador y Director de Grupoekipo.
PF Selecciones Juveniles AFA.
Docente en Universidad del Gran Rosario.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.

  • La Teoría de los sistemas dinámicos y el entrenamiento deportivo – (Tesis doctoral – Torrents Martín, Carlota).
  • La Preparación ¿Física? En el fútbol – (Rafael Pol).
  • El entrenamiento en los deportes de equipo – (Francisco Seirul.lo Vergas).
  • Complejidad y deporte – (Balagúe Serre, Natalia – Torrents Martin, Carlota).
  • Material teórico del Curso de Entrenamiento Sistemico de GRUPOEKIPO.
  • Material de lectura del Modulo 1 del Diplomado en Preparación Física de Fútbol de Barsa Innovation Hub.
  • Balagué, N. y Torrents, C. (2013). Unificar las ciencias del deporte. Revista Apunts, 114, 7-22.

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