Análisis de conversación entrenador/jugador, María Ruiz de Oña.
“¿Cuántas capas tiene una conversación?
Entrenador: ¿Cómo hemos jugado?
Jugador: No muy bien.
E: ¿Y tú? ¿Cómo has jugado? (el jugador necesita hablar de sí mismo, en primera persona)
J: yo he jugado bien. (El entrenador cree que no, pero el jugador no es consciente)
E: Ok, ¿qué hiciste bien?
J: Ataque bien. (la respuesta es generalmente superficial, necesitamos ayudarlo a ser más concreto y profundo)
E: ¿Qué haces para atacar bien?
J: No lo sé. (Muestra una pequeña resistencia)
E: Recuerda, ¿Qué entrenamos la semana pasada? (intentamos abrir otra “puerta”)
J: Sí. Estamos entrenando el pase en profundidad.
E: ¿Qué te resulta difícil en ese pase?
J: Pasar cuando me presionan.
E: Cuando tienes que afrontar dificultades, cuál es tu reacción: pasar la dificultad a otro compañero, esquivarla o afrontarla.
J: Yo suelo evitarlo. (el entrenador ayuda al jugador a ver su punto ciego)
E: ok, ¿qué quieres hacer: evitarlo o afrontarlo?
J: Quiero afrontarlo. (ahora el jugador puede verlo)
E. Entonces, ¿cuál será su compromiso?
J: No evitar las dificultades, afrontarlas y hacer el pase para progresar cuando otros me presionan.”
La Comunicación Estratégica Enactiva (CEE) concibe a la comunicación como un particular modo de encuentro intersubjetivo en múltiples dimensiones, ellas definen su carácter dominante lo cual le da a la interacción un tinte particular según el registro en el que transcurra.
Para este trabajo vamos a utilizar algunas de las categorías de análisis de la CEE con el objeto de señalar cómo es posible generar espacios de aprendizajes a través de conversaciones que propicien reflexión sobre lo entrenado.
Podríamos empezar por poner atención a la pregunta de María Ruiz de Oña respecto de la cantidad de capas que tiene esta conversación. En tal sentido, podríamos responder desde la CEE que tiene múltiples capas a la que llamaremos dimensiones. Éstas indican la modalidad dominante por la que transcurre la situación de comunicación. La CEE define cuatro dimensiones:
- Dimensión Informativa
- Dimensión Interaccional
- Dimensión Ideológica
- Dimensión del encuentro sociocultural
En términos generales estamos habituados a considerar a la comunicación en el registro de Dimensión Informativa, en la predomina la acción de transferencia de datos, donde lo importante está en la difusión del mensaje con una finalidad precisa, tal como dicen los noticieros al finalizar, “ahora usted está informado”. Podemos detectarla a partir ciertos índices que nos indican que la situación de comunicación está transcurriendo bajo esa modalidad, así podemos dar cuenta de esto cuando vemos que hay un emisor autorizado (entrenador) que transmite verticalmente lo que es necesario saber. Ejemplo de ello son las informaciones que dan los entrenadores a sus jugadores respecto de los rivales a enfrentar, las indicaciones tácticas durante un entrenamiento, el procesamiento de los datos que brindan los dispositivos electrónicos para el control de cargas, etc.
Pero lo cierto es que las situaciones transcurren, o podemos hacer que sucedan, en otras dimensiones que marquen el pasaje de lo comunicativo a lo comunicacional (ya iremos ahondando en próximos escritos acerca de esta diferencia), esto requiere propiciar acciones que se inscriban en otras dimensiones de la comunicación que rebasen lo meramente informacional.
Lo primero que quiero señalar es que se trata de un diálogo entre el entrenador y el futbolista, esta condición coloca a la situación de comunicación en un plano que contrarresta la tradicional práctica en la que el DT le indica al futbolista cómo jugó. Rompe con la verticalidad, la linealidad y el dato operación y se adentra en otra dimensión que tiene que ver con la interacción intersubjetiva (recordemos que la comunicación es un tipo de encuentro en la diversidad).
La Dimensión Interaccional “aborda a la comunicación como la producción de sentido a partir del vínculo con el otro” (Massoni, 2013). No cabe duda que en esta conversación el entrenador busca que lo practicado logre cobrar sentido en el accionar del futbolista al recordarle qué acciones habían realizado en la semana. Recuperar y reflexionar respecto de esas experiencias provocan el proceso de aprendizaje del jugador, intentan el compromiso de éste para poner el práctica lo entrenado, lo empodera para la toma de decisiones. Todo esto sucede en virtud de una situación de comunicación.
Por último, es importante remarcar que llevar adelante estas prácticas dialógicas requieren que el entrenador se capacite en habilidades comunicacionales para conseguir un mejor vínculo con sus jugadores que le permitan establecer un tipo de relación más fructífera que redunde en el crecimiento de ambos.