Sinergias, adaptabilidad, auto-organización, integración dinámica.
El enfoque del entrenamiento ha mutado, se entiende que el rendimiento es optimizado mediante el desarrollo sinergias multinivel (desde lo molecular a lo social), significa que el organismo del jugador y las interacciones del equipo se optimizan adaptándose a las necesidades que les solicita el contexto, que el rendimiento no depende de una o varias capacidades, sino de la interacción de todas, que esto solo es posible poniendo a los jugadores en situaciones especificas, variadas y significativas, no solo encontrando acoples dentro del campo de juego sino ademas desarrollando vínculos socio-afectivos y emocionales en la convivencia diaria, logrando así esa fusión necesaria entre los componente del equipo.
En esta revisión bibliográfica pretendo fundamentar este nuevo enfoque que a mi entender resulta más respetuoso a la esencia natural de este deporte.
Entrenamiento OPTIMIZADOR
El entrenamiento OPTIMIZADOR es el que prepara al equipo para competir, es el que se desarrollar en el campo de juego, de manera contextualizada, situacional, que posibilita la interacción de los jugadores exponiéndolos a tareas siempre respetando la lógica interna del juego (compañeros, rivales, interacción, pelota).
El PF/Entrenador deberá desarrollar tareas para exponer al equipo a diferentes situaciones de juego, forzar la exploración, facilitando sinergias que auto-organicen al sistema equipo para adaptarse a las necesidades del entorno.
Poner a los jugadores en situación, que ellos exploren, perciban y accionen organizándose para adaptarse a contextos variables, caóticos, no lineales. Las respuesta emergeran por AUTO-ORGANIZACION, no por instrucciones externas ni internas.
Las adaptaciones intrasistemicas (procesos celulares) e intersistemicas (en el equipo entre jugadores), se producen mediante SINERGIAS, todas las funciones se integran dinámicamente, no hay necesidad de instrucciones para que emerjan las relaciones.
Al propiciarles entornos VARIABLES al sistema equipo, sus componentes acoplados mediante sinergias cambian juntos, en lugar de independientes.
Los enfoques tradicionales ignoran que esos componentes están acoplados y tienen propiedades integradoras.
Entrenar significa encontrar acoples y adaptaciones mediante SINERGIAS intrasistemicas (organismo del jugador) e intersistemica (organización del equipo). Tanto el Organismo del Jugador como la Organización del equipo son sistemas indivisibles, si se divide NO no se generan las propiedades que se necesita para adatarse a la coordinación dinámica necesarias para jugar, en este caso al fútbol..
El desafío de los entrenadores no es marcarles jugadas pre-establecidas, sino que las jugadas emerjan al jugar, que las coordinaciones dinámicas se encuentren en las interacciones que proponga el contexto del juego, el entrenador deberá entender qué constreñimientos proponer en las tareas para guiar al sistema a explorar ciertos comportamientos que aparecerán por el principio de auto-organIzación.
JUGADOR NO HAY JUGADAS, SE HACEN JUGADAS, AL JUGAR.
Si globalizamos las tareas se generan esas SINERGIAS necesarias para adaptarse a las diferentes necesidades y situaciones del juego.
Por ejemplo, necesidades de cualidades como la resistencia no mejorará solo con aumentar el VO2max del jugador, sino que también mejorara por ejemplo teniendo mejor ubicación en relación con sus compañeros y la situación, ser mas eficiente en la técnica, alcanzar un estado emocional positivo, sintiendo la confianza que me da el entrenador, entonces la resistencia se OPTIMIZARA por la SINERGIA entre todos esos componente y muchísimos más que se generan solamente poniendo a los jugadores en situación permanente.
La velocidad, no dependerá de correr más rápido, sino de acoplarse eficientemente con los compañeros, o anticiparse al contrario por estar mejor ubicado, más atento, más motivado, saber jugar a un solo toque, engañar que arranco pero freno, o que freno pero arranco….
La fuerza, no dependerá de saltar más alto o ganar cuando choco con un rival, sino de encontrar ese punto exacto para optimizar un movimiento, que me permita activarme antes, poder coordinar eficientemente mis gestos, dar un pase con la tensión justa y agilizar mis movimientos acoplados con el de mis compañeros.
No es maximizar cualidades, sino OPTIMIZAR RENDIMIENTO, siendo mas eficaz y eficiente en el juego.
TAREAS CONTEXTUALIZADAS, ENTRENAMIENTOS SITUACIONALES.
De las interacciones es donde se crean las sinergias necesarias para responder a las necesidades del entorno, es la manera que el organismo y el equipo encontrará la forma de sobrevivir y evolucionar en el extraordinario juego del fútbol.
Pensar en cualidades es fraccionar, reducir, dividir, por lo que será necesario realmente entender desde la totalidad, las cargas de entrenamientos estarán reguladas por las variables utilizadas en las tareas, como son, los espacios, tiempos, cantidad de jugadores, y las consignas utilizadas.
La adquisición de capacidades y habilidades surge de una relación entre el individuo y el entorno de rendimiento.
Estas adquisiciones se producen mediante sinergias en todas las escalas, desde esta teoría sistemica, los deportistas en una continua interrelación con el entorno, va aprendiendo y adaptándose a él.
Los jugadores y equipos, son sistemas complejos por estar integrados por muchas partes que interactúan de forma espontánea con patrones coordinados. Y son dinámicos porque responden a los cambios del entorno. Cuanto más pronunciado sea el efecto del entorno, mayor será su adaptación como respuesta.
Uno de los principios más importantes es el principio de autoorganización. Es decir, tienen la capacidad de organizarse de una forma ordenada y eficiente. Eso es común a todo tipo de sistemas complejos, como una persona, una bandada de pájaros, una ciudad o el sistema económico mundial.
Principios de integración dinámica y no lineal aplicados al entrenamiento, integración espontánea (no programada) de sinergias.
Las sinergias se definen como agrupaciones funcionales de elementos que actúan como una unidad coherente (Kelso, 2009). Se forman a diferentes escalas (desde la molecular hasta la interpersonal) y permiten abordar el comportamiento desde una perspectiva coordinativa, reduciendo su dimensionalidad. Emergen espontáneamente por la interacción entre sus componentes y por la tendencia de los seres vivos a la organización y al orden, caracterizándose por su adaptabilidad, estabilidad y flexibilidad (Latash & Lestiene, 2006). Se forman y evolucionan por el principio de autoorganización, que posibilita encontrar soluciones eficaces y eficientes en entornos cambiantes de forma espontánea; es decir, sin precisar de programas ni órdenes externas o internas (Kelso, 1995). Este principio es el gran olvidado en muchos de los modelos de entrenamiento vigentes, que focalizan innecesariamente su esfuerzo en programar la respuesta deseada (fig. 1) e intentar reproducir todas las situaciones que se pueden dar durante la competición.
En lugar de programas motores, los deportistas y equipos disponen de coordinaciones o sinergias preferenciales que, configurados por sus características individuales y su experiencia previa, definen sus atractores naturales o dinámica intrínseca condicionando el desarrollo de su motricidad (Kelso, 1995; Oullier & Kel- so, 2009). Esto no significa que su rendimiento venga determinado (o programado) genéticamente. La postgenómica entiende también el rol de los genes desde una perspectiva dinámica y no lineal (Prokop & Csukas, 2013).
A consecuencia de la no linealidad del proceso (Jirsa, Friedrich, Haken, & Kelso, 1994) las mismas cargas de entrenamiento tendrán diferentes efectos en función del momento en el que se apliquen. Así, los deportistas alternarán períodos de aparente estancamiento con cambios y mejoras repentinas, y una misma carga les producirá diferentes efectos (desde una mejora en el rendimiento hasta un síndrome de sobreentrenamiento) en función del contexto en que se aplique (Hristovski et al., 2010). A una escala temporal inferior, pequeños cambios en determinados parámetros de control (como puede ser la distancia al adversario, la velocidad del movimiento, la velocidad del balón, las dimensiones del terreno, etc.) pueden ocasionar cambios coordinativos radicales (es decir, cualitativos, no proporcionales) en las sinergias individuales o grupales.
Las sinergias en el fútbol son complejas y no lineales actuando en un entorno de continua transformación. El jugador debe adaptar sus movimientos a las características del entorno, entorno en el que estarán sus compañeros, los rivales, el espacio de juego y el balón.
La autoorganización de las sinergias en el fútbol
El entrenamiento debe ir enfocado hacia la coordinación interpersonal de los jugadores, más que hacia el entrenamiento de sus partes pensando que este tendrá su efecto sobre las interacciones de los jugadores.
Principios de juego que establecen interacciones entre jugadores y autoorganizaciones entre sus pares con la finalidad de emerger patrones de comportamiento eficientes dentro de una manera de jugar.
Estas interacciones serán vivas y dependientes de las características cambiantes del entorno al que se le esta sometiendo a los jugadores que están estableciendo conexión.
Una de las claves del entrenamiento será la de construir comportamientos sincrónicos moldeables a la variabilidad y perturbaciones del juego.
Coordination Dynamics (CD para abreviar) es una línea de investigación científica que pretende comprender cómo los patrones funcionalmente significativos de comportamiento coordinado emergen, persisten, se adaptan y cambian en los seres vivos en general y en los seres humanos en particular.
Los procesos de autoorganización crean información significativa en sistemas dinámicos acoplados, que a su vez son capaces de esculpir o guiar la dinámica de autoorganización para satisfacer las necesidades de un organismo. En la EC, el organismo en cuanto agente y el medio ambiente no son dos cosas separadas, cada una con sus propias propiedades, sino un solo sistema coevolucionante.
Como decía Poincar´e, hace muchos años, “ no son las cosas en sí mismas las que importan, sino las relaciones entre las cosas; fuera de estas relaciones no hay realidad cognoscible ”.
La Integración Dinámica en los futbolistas les permite que sus comportamientos y propiedades emerjan, persistan, se adapten y cambien para satisfacer las necesidades del juego.
Integración del contexto
En la integración dinámica y no lineal la acción motriz no se desvincula de su contexto y es vista como una sinergia ejecutante-entorno; es decir, como el resultado de la coordinación o acoplamiento entre la dinámica de la tarea y la dinámica intrínseca. Los conceptos de cooperación y competición entre dichas dinámicas, explicarán los progresos y dificultades en la evolución o formación de nuevas sinergias y también su individualidad (Balagué, Torrents, & Pol, 2012). No podrán emerger las mismas sinergias en contextos distintos, ni en individuos distintos y la estrategia a seguir para el desarrollo de la motricidad será diferente en función de dichos procesos de cooperación o competición. Esto limita enormemente la validez de las “recetas”. Cuando haya cooperación entre dinámica intrínseca y dinámica de la tarea será relativamente sencillo adquirir una habilidad (p. e. enseñar a un patinador a esquiar); en cambio, cuando haya competición será mucho más complicado (p.e. entrenar a un pivote de baloncesto a subir un balón con seguridad hasta el campo contrario).
En resumen
La Preparación Física de fútbol no encaja en los pensamientos lineales, no es posible que las respuestas de nuestros jugadores sean estables, predecibles, que los mismas tareas o ejercicios tuviesen el mismo efecto en todos los jugadores, incluso la misma tarea tenga el mismo efecto al hacerla en la semana posterior, o lo que hagamos en un club con un plantel tenga el mismo efecto en un próximo plantel, que ilusos.
La realidad del entrenamiento es otra, debemos entender que la VARIABILIDAD puede transformarse en especificidad.
La especificidad no tiene que ver con hacer un entrenamiento para cada jugador, tiene que ver con el impacto que tiene el entrenamiento en cada uno de ellos, es ahí donde se transforma en específico, por eso es necesario que lo jugadores jueguen juntos la mayor cantidad de veces posibles, en variados escenarios situacionales, para conseguir ajustar las demandas individuales en un contexto grupal similar al de la competición.
En definitiva, entrenar es desarrollar sinergias multiescalas (desde lo molecular a los social) que permitan adaptaciones estructurales y funcionales a las necesidades del entorno (juego), esto solo es posible poniendo a los jugadores y equipos en situación contextual, diferentes, variadas pero respetando siempre la lógica interna del juego (pelota, compañeros, adversarios / espacio, tiempo, interacción)
Referencias
1- Entrenamiento integrado. Principios dinámicos y aplicaciones
Natàlia Balagué SERRE, Carlota Torrents Martín , Rafael Pol Cabanellas
Francisco SEirul·lo Vargas / resumen Correspondencia con autora Natàlia Balagué Serre.
2- Balagué, N. y Torrents, C. (2013). Unificar las ciencias del deporte. Revista Apunts, 114, 7-22
3- David, K. y Araújo, D. (2010).The concept of ‘ Organismic Asymetry’ in sport science. Journal of Sport Science and Medicine in Sport, 13(6),633-640.
Prof. Quique Cesana
Creador y Director de Grupoekipo.
PF entrenador de las Selecciones Juveniles de Argentina.
Director del Centro de Estudios del Fútbol Grupoekipo de la UGR.