Cada minuto que consigamos desprendernos del celular, será un tiempo ganado para recuperar hábitos más humanos. La hiperconectividad nos conecta con los lejanos, y nos aleja de los cercanos.
La tecnología nos brinda un sin número de posibilidades, podemos comunicarnos más rápido, llegarle a más personas, conectarnos, difundir realidades e información en cuestión de segundos. Sin embargo, la pregunta sería si nos está ayudando a hacerlo mejor. La herramienta está allí para que nosotros como seres humanos, hagamos uso de ella, con conciencia, ética y con los ojos abiertos a la realidad. La tecnología es un medio que podemos potencializar, pero no todos los medios justifican la causa (Adriana Cardenas)
Sin embargo, esta hiperconectividad también conlleva ciertos cambios en el comportamiento. En 2018, el prestigioso observatorio social norteamericano Pew Ressearch Center elaboró el estudio “El futuro del bienestar en un mundo saturado de tecnología” y concluyó qué en los próximos años, se percibirán de forma más acentuada las aportaciones negativas de la tecnología. Algunas de las consecuencias ya las percibimos a dia de hoy; la misma Sherry Turkle, psicóloga que hace más de 10 años alertaba de la soledad que produce la hiperconectividad, y que resume con la frase: “Conectados pero solos”, explica que la tecnología nos da la falsa sensación de estar conectados con otros cuando en realidad perdemos la verdadera cercanía.
Las universidades registran cada vez más casos de depresión y ansiedad que están directamente ligados al uso de redes sociales. Según la Asociación Mexicana de Internet, 82 % de los usuarios conectados a Internet están activos en alguna red social, siendo ésta la actividad principal en Internet por encima del mailing y la búsqueda de información. Además, según la última investigación de hábitos en Internet, se registró que los mexicanos por ejemplo pasan en promedio ocho horas al día conectados (es decir, una jornada laboral), siendo el momento de la comida y el final del día las horas de mayor tráfico. Esto significa que, sin importar si nos encontramos solos o acompañados, estamos online, entonces ¿en dónde queda tiempo para la intimidad conmigo mismo y mis relaciones?
Según la Asociación Canadiense de Salud Mental, los jóvenes de secundaria que pasan más de dos horas diarias en redes sociales reportan mayores síntomas de ansiedad, depresión e ideación suicida, y la OMS proyecta que si el cyberbullying continúa creciendo.
También podemos comprender ciertos fenómenos y explicárselos a nuestros hijos, por ejemplo, la UNICEF señala que al interactuar por Internet los límites que existen en el mundo físico no quedan tan claros, así que tendemos a generalizar o exagerar los vínculos; hay que aclarar que NO toda persona que tengamos en redes sociales es un amigo o es de confianza. Los adolescentes son una población particularmente vulnerable, ya que tienden a buscar vínculos intensos en los que predomina la idealización. Desde pequeños, debemos enseñarles a usar filtros de seguridad, a no compartir datos personales y a fortalecer su autoestima mediante la convivencia de calidad con ellos.
Se preguntarán qué tiene que ver la educación y la tecnología con el deporte, y es que hoy en día tenemos una sociedad que de manera gradual se ha ido deshumanizando. Para el profesor e investigador de la Universidad Monash, autor del libro Education and Tecnology, Neil Selwyn, de Melbourne Australia “Todo cambio en la educación generado por el internet, viene de una variedad de consecuencias indeseadas, efectos colaterales y repercusiones imprevistas”.
Existen múltiples manifestaciones humanas que promueven la humanización del hombre, el deporte es una de ellas quizás en la actualidad la más universal de todas.
El deporte profesional, a pesar de estar bajo las reglas de una actividad masificada y mercantilizada sujeta a las leyes del espectáculo y el sensacionalismo, ofrece también opciones para la humanización del individuo.
El deporte presenta magníficas oportunidades para la educación del individuo. Se constituye como un magnífico laboratorio lúdico y agonístico susceptible de ensayar múltiples manifestaciones de la conducta humana, la práctica del deporte en la preadolescencia ayuda a la construcción de la identidad individual, la competición bien encauzada a la medida personal de cada individuo promueve la excelencia y facilita la integración social. En esas condiciones el deporte contribuye a la seguridad motriz y personal, proporciona buenas dosis de autoestima y se convierte en una buena escuela de vida.
El deporte será humanizador o deshumanizador, y por tanto formativo o no, en función del tratamiento pedagógico que el educador/entrenador aplique y de las vivencias significativas e impactos emocionales que reciban los alumnos.
Por ello también hacer una revisión de los profesionales a cargo de impulsar la practica deportiva, entender si los educadores/entrenadores están la altura de las necesidades actuales que demanda la sociedad, en este caso teniendo herramientas pedagógicas y didácticas que motiven a los niños y jóvenes a la practica deportiva.
En este camino de humanización, el deporte se ajusta a las expectativas y necesidades del individuo por lo que ayuda al hombre a reconocer sus limitaciones, aceptar sus capacidades y soñar con sus potencialidades.
El deporte es un juego que te permite disfrutar, socializarte y esparcirte de manera libre, espontánea e informal. Las reglas son flexibles y están supeditadas a la diversión y socialización del grupo deportivo. En el deporte recreativo se potencian las relaciones lúdicas entre sus componentes y se promueve las conductas más imaginativas. Al ser prácticas libres e informales, éstas se diferencian de los planteamientos de educación deportiva formal de los diferentes sistemas educativos del deporte praxis. El deporte recreativo se convierte en un espontáneo y fructífero proceso de humanización que se fundamenta en la amistad, el respeto, la participación, la tolerancia, el dominio de sí y la autorrealización.
Se necesita crear la conciencia sobre el impacto que produce la tecnología en las emociones, y sus consecuencias, coincidiendo así el planteamiento del Doctor Jack P. Shonkoff, Pediatra y Director del Centro del Desarrollo de la niñez de la Universidad de Harvard sobre el cuidado que debemos tener con nuestros niños para no reproducir un fenómeno que ha venido ocurriendo en la sociedad de hoy en día que es la salud mental, y todo eso parte de la falta del cuidado emocional de nuestros niños.
“Si un niño está bien emocionalmente es socialmente competente, esto influirá de forma más positiva en el aprendizaje, si un niño está preocupado con temores, o está lidiando con mucho estrés, no importa cuán intelectualmente dotado sea, su aprendizaje se verá afectado negativamente por esta clase de interferencia emocional”.
Ante esa realidad los Estados que están llamados a dar respuestas sociales e impulsar un modelo educativo donde el deporte bien pensado, estructurado y organizado sea una herramienta para humanizar las sociedades del siglo XXI, y que ayude a contrarrestar una realidad ineludible, que es la vida en conexión.
Para un estado serio y comprometido con el futuro de la sociedad, debería ser de alta prioridad crear un sistema educativo donde el deporte impulse la motivación, el entusiasmo, la participación, restaure la cultura y la convivencia pacífica.
Finalmente el desafío con la educación de calidad, será diseñar mas espacios deportivos en las escuela, apoyar fuertemente a clubes, instituciones y proyecto deportivos para que puedan ofrecer lugares de contención para nuestros niños y jóvenes, también generar propuestas de capacitación para los profesionales vinculados al deporte, para ofrecerles recursos pedagógicos y didácticos que los ayuden a realizar su tarea con mayor eficacia, principalmente en motivar y contagiar entusiasmo a que nuestros niños y jóvenes practiquen más deportes, estén más horas en espacios libres, interactuando sin conectividad, reconociendo en definitivas esas emociones que nos hacen humanos.
Prof. Quique Cesana
Creador de Grupoekipo
PF entrenador de las Selecciones Juveniles de Argentina
Director del Centro de Estudios del Fútbol Grupoekipo de la UGR.