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Lo que el viento se llevó

2014-07 mundial

graziottin Javier Graziottin
Director Tecnico

Se terminó el mundial, algunos no podrán entender cuál es la razón que nos empuja cada cuatro años a estar pendientes de cada cosa que sucede dentro y fuera de este torneo tan mediático. Creo también que nos atrae ese sentido de “comunión” hacia lo mismo, reunirnos. Los amigos, las cargadas y cábalas. Las canciones, mensajes y ocurrencias. Las apuestas de café con el único premio efímero de ser dueños de la razón aunque sea por un rato.

No se puede negar que este mundial tuvo un condimento especial por jugarse nada menos que en Brasil, entonces jugamos dos campeonatos paralelos, rivalidad, que le dicen. El que hicieran “ellos” como equipo y el nuestro por otra via.Esa caída ajena, durísima, nos proporcionó otro necesario envión para no repetir una historia parecida.

Cada quien tiene una forma de expresar el antes, el durante y el después, sabiendo que el campeón fue otro, que ahora puede decirse mucho, pero en realidad lo hacemos ya con “el diario del lunes”. Algunos gritan o insultan, mi manera de expresarlo es esta, como un modo controlado de exorcizar económicamente la tristeza o la frustración. Consciente de que soy un opinologo, un hincha más, los que conocen la verdad son los protagonistas o los muy cercanos.

Tomados estos recaudos podría decir que este no fue precisamente el mundial de equipos audaces y que solo es una descripción, ni buena ni mala. “Costa Rica” hizo un gran mundial, sin embargo eligió refugiarse y contraatacar. Les salió bien de acuerdo a su historia futbolística y  expectativas.

Es curioso porque “Argentina” fue mutando su idea inicial de proponer “ataque por ataque” a otra diferente que fue lo que la agenda del torneo le fue marcando. Es cierto que poblados por grandes estrellas nos tuvieron un enorme respeto y eso se vio muy claro en todos los planteos que le fueron ofreciendo sus primeros rivales.

En algún momento la decisión fue cambiar en favor del propio equilibrio, que su “centro de gravedad” tenía que estar mucho más atrás de lo que inicialmente se proyectó. Sobre el final debió enfrentarse contra equipos con un nivel de “posesión y circulación” muy superior. Eso marca también que supo adaptarse a las circunstancias.

Tomando nota de esto, las grandes individualidades se vieron cargadas de obligaciones extras. Ocurre que en el fútbol actual de alto nivel todos deben trabajar en las distintas fases del juego, no hay forma de regalar espacios o esfuerzos porque en algún lugar del terreno se paga.

La organización de equipo tuvo un papel preponderante, es algo que no debemos olvidar cuando se decide un “modelo de juego” a seguir, tarea para el futuro cercano.

Una cosa es cierta, con este modelo “plegado” Argentina logró neutralizar eficazmente a varios rivales grandes, tuvo cuatro o cinco situaciones inmejorables para quedarse con el triunfo pero los delanteros no estaban finos, gana el que hace los goles y esa es la realidad.

Argentina mostro un corazón y un carácter increíble, jamás negoció ese aspecto, por eso es que ganó tanta adhesión y fe entre la gente común. Existe en nuestros espectadores un medidor implacable de valentía (huevos). El detector suena rápido para los que no dan la medida y se lo hacen saber.

Las comparaciones siempre son injustas y odiosas porque todos los partidos y torneos son diferentes pero de alguna forma nos establecen medidas (de lo que no se puede medir) para saber dónde estamos parados.

Aquel equipo de “Méjico 86” logró generar una estructura táctica que hizo brillar a su “As de espadas” con grandes beneficios. Sucede que nada ocurre exactamente igual aunque nos hubiese gustado, los actores y momentos siempre serán distintos.

Este equipo se fue “atomizando” por necesidad aunque tuvo todas las chances de ser campeón sin duda alguna. A veces 10 centímetros más arriba o más abajo es la diferencia. Hacerlo contra un rival como “Alemania” no es poca cosa.

No deja de ser cierto que hay muchos caminos para llegar a un mismo sitio, en el nuestro no brillo la excelencia sino el gran esfuerzo y el orden. Esto último es discutible, quien puede negar que hay equipos muy ofensivos que basan esto mismo en la “posesión y rapidez” para reorganizarse. Se trata una cuestión de estilos y modos futbolísticos.

Creo que “Messi” entre los mejores fue el mejor y no se trata únicamente de fanatismo. Es bueno recordar que definió partidos, que participó en todas las jugadas trascendentes del equipo, más adelante o atrás. Tenerlo fue una carta muy importante ante cualquier rival. Que no estuvo en su máximo nivel es verdad, pero aún con eso le alcanzó. Yo colocaría a “Mascherano” en el mismo podio.

Luego  aparecieron los imponderables y limitaciones que este torneo les impone a los equipos. Prácticamente jugó varias finales en pocos días con todo lo que eso significa desde lo físico y emocional. Las mermas o pérdidas físicas que fueron dejando soldados cruciales en el camino.

Todo puede ser materia opinable (además es gratuito), algunos cambios dentro de este partido y otros fueron cuestionados porque no se parecían en nada al termómetro que mucha gente tenía en cada LCD. No tiene porque haber coincidencias exactas, los que conocen, entrenan y están cada minuto con los jugadores son quienes dirigen. Teniendo además la enorme ventaja de estar en el allí y ahora.

De todas formas en algún momento se vio reflejada la intención de ir a buscar el partido, pagando el costo de liberar una banda por donde llegaban los ataques de Alemania. Era a suerte y verdad y en ese segundo de desconcentración acertaron ellos.

El saldo es enormemente positivo, esta selección volvió a revalorizar al futbol argentino, lo colocó de nuevo en los primeros planos. Deja para la “Copa América” varios futbolistas jóvenes que ya se rozaron con la gloria. Una base solida para ir acoplando a los nuevos.

Llegó el momento del balance. Teléfono para la AFA !!!.Hubo un ciclo brillante en selecciones juveniles que marcó su estela en algunos participantes de este torneo. Si es cierto que “la organización vence al tiempo”, nunca se debió desinvertir en los procesos juveniles, en todo caso si se cambia debe ser solo para mejorar observando críticamente la realidad de nuestra fabrica que es el fútbol domestico, sus objetivos y necesidades.

Un corto párrafo para el tema de los arbitrajes, es lógico y necesario unificar, aún entendiendo que se trata de criterios, por lo tanto interviene el factor personal en la difícil e ingrata tarea de impartir justicia. Lo que no puede ocurrir son arbitrajes “paternalistas”. Esconder al borracho y darle café en la cocina para que la fiesta de casamiento se desarrolle en paz. Es para revisar.

Por último y para finalizar, esta selección evidenció muchos motivos de orgullo y satisfacción. Podremos coincidir o no en cuanto a elecciones de estilo. Nunca podremos decir que no se brindaron, eso nos deja y los deja a nuestros participantes muy en paz consigo mismos. En un medio tan caníbal donde se fabrican ídolos instantáneos para luego devorarlos en el mismo lapso de tiempo, estos jugadores ganaron lo más difícil, respeto.

Javier Graziottin
Director Tecnico
Integrante invitado de GrupoEkipo.com

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