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Principios Tácticos – Parte 2

Fase Ofensiva

Principios tácticos fundamentales de la fase táctica ofensiva

Los principios fundamentales de la fase ofensiva del juego contribuyen a que los jugadores tanto los más distantes como los más directamente implicados en el «centro del juego,» orienten sus actitudes y sus comportamientos técnico-tácticos en favor de las metas del equipo, es decir, conduzcan el balón a las áreas vitales del campo de juego y marquen el gol (CASTeLO, 1996). El cumplimiento de estos principios tácticos permite que el equipo obtenga condiciones favorables en términos de espacio y tiempo para realizar la tarea, es decir, un mayor número de jugadores en el «centro de juego», más facilidad para ejecutar acciones técnico-tácticas ofensivas y mayores posibilidades de crear inestabilidad en la organización defensiva del equipo contrario (CASTeLO, 1994). 2014 03 24 001

Principio de Penetración

El principio de la penetración se caracteriza por la evolución del juego en situaciones en que el portador de la pelota puede avanzar hacia la meta del adversario o la línea de fondo, buscando las zonas del campo que ofrecen mayor riesgo para el adversario, y son susceptibles para la continuación de las acciones ofensivas, para la finalización o marcar gol. Las directrices de este principio es la búsqueda de la desorganización defensa del rival, la creación de condiciones favorables para el ataque en términos espaciales y numéricas, lo que permite a lo(s) jugador (s) atacante (s) avanzar (en) un área vital del campo de juego, favorable para la finalización. Como acciones características del principio de la penetración podemos considerar el regate y las progresiones que disminuyen el espacio entre el portador de la pelota y la línea de fondo del adversario, permitiendo centros laterales o desplazamientos hacia el área penal adversaria, regate(s) a (s) adversario (s) que favorecen la ganancia de espacio y dirige el portador de la pelota hacia la portería, regates(s) a (s) los oponente (s) que permiten al portador de la pelota ejecutar un pase / asistencia para que un compañero de la secuencia de juego remate a gol, o incluso en una situación de 1X0 cuando el atacante en posesión de la pelota «ataca» el espacio hacia la portería adversaria.

Principio de la Cobertura Ofensiva

El principio de la cobertura ofensiva está relacionado con las acciones de aproximación de los compañeros del equipo al portador del balón, con el objetivo de que tenga opciones en el ataque para dar continuidad al juego, por medio de pases o por un acto de penetración en la defensa rival. Las directrices de este principio presuponen la simplificación de la respuesta técnico-táctica del portador de la pelota en la situación de juego, la disminución de la presión de los opositores, el incremento oportuno del mantenimiento de la posesión del balón y en cierto modo, la formación del equilibrio colectivo que beneficia las primeras acciones defensivas en el caso de que el jugador pierda el balón. Las acciones relacionadas con este principio pueden ser percibidas en el juego cuando los compañeros del portador de la pelota se colocan en el campo de juego con el fin de recibir el balón y le dan continuidad a la jugada, realizando, por ejemplo, paredes y / o triangulaciones con el portador de la pelota. Se considera que el jugador ha cumplido con el principio de la cobertura ofensiva cuando se posiciona en el «centro de juego» y abre la posibilidad de una línea de pase el portador del balón, lo que le permite pasarle la pelota. En la práctica, se comprueba que la distancia entre el jugador que realiza la cobertura ofensiva y el poseedor del balón puede variar en función de las características del equipo contrario (técnico, táctico, físico, psicológico, etc), de la estrategia adversaria en el juego (marcaje en medio campo, marcaje con presión, etc) las condiciones meteorológicas (viento, lluvia, nieve, calor, frío etc), las condiciones de la reproducción (la tierra hierba, e irregulares, etc) y del lugar donde está la pelota en el campo juego (tercio defensivo, ofensivo o intermedio). Es necesario entonces que los jugadores que realizan la cobertura ofensiva se den cuenta de estas variables y, por tanto se posicionen adecuadamente en las situaciones de juego. Por ejemplo, el jugador en cobertura ofensiva se puede posicionar un poco más lejos del portador de la pelota, cuando la pelota se encuentra cerca del tercio ofensivo, ya que se sobreentiende una mayor presión del equipo contrario en la recuperación de la posesión, o cuando el mal tiempo y las condiciones del campo de juego son precarias, ya que se requiere una mayor capacidad de dominio del balón, lo que también puede requerir más tiempo para controlarla. En situaciones en las que la pelota está más cerca del tercio defensivo, donde la presión del equipo contrario es menor o las condiciones climatológicas y el terreno de juego son más propicias para ejecutar un mejor pase, los jugadores pueden hacer la cobertura ofensiva más cerca del portador de la pelota para dar más ritmo y velocidad al juego (CASTeLO, 1994).

Principio de la Movilidad (Desmarque)

El principio de la movilidad está relacionado con la iniciativa (s) del jugador (es) de ataque, sin la posesión de la pelota, en la búsqueda de posiciones óptimas para recibir el balón. De los diversos movimientos realizados por el jugador en el campo, llamamos desmarque de ruptura el movimiento del atacante por las «espaldas» del último hombre de la defensa con el fin de crear inestabilidad en las acciones defensivas del equipo contrario y aumentar sustancialmente las oportunidades de anotar gol. Se comprende también que esos movimientos favorecen la aparición de nuevos espacios de juego que propician mejores condiciones para el portador de la pelota para dar continuidad a la secuencia de acciones ofensivas hacia la portería contraria y / o para que otros jugadores del equipo se muevan dentro de espacio de juego eficaz. Las directrices de este principio buscan en primer lugar, la variabilidad de las posiciones, la creación de líneas de pase en profundidad, y la ruptura de la estructura defensiva, con el efecto previsto de aumentar el ritmo de juego y alcanzar el desequilibrio defensivo del adversario. Otro aspecto importante se refiere a las dificultades creadas por los atacantes sin balón a sus marcadores cuando realizan acciones de desmarque que salen de su campo de visión, ya que complican la percepción simultánea de la bola y el jugador. Por otra parte, los espacios creados por estos desmarques, cuando son debidamente leídos por sus compañeros de equipo, hacen que los jugadores adversario tengan dificultades para marcar a sus respectivos jugadores del ataque, imposibilitando la cobertura defensiva mutua Al contar con estas ventajas, el autor anterior, considera que éste es uno de los principios más importantes que deben desarrollarse a nivel colectivo. Para ello, es necesario que todos los jugadores puedan entender los movimientos de sus compañeros en función de la posición elegida por el portador de la pelota, lo que en un principio no implica moverse por moverse, sino que hay que realizar un movimiento con sentido y organización táctica. Las acciones relacionadas con este principio se pueden ver en el juego a través de los desplazamientos de los jugadores en relación a la línea de fondo o a la portería contraria. El movimiento hacia la línea de fondo puede ser denominado como acciones de desmarque divergente, que en esencia buscan abrir las líneas de pase, ampliar el campo de juego en su profundidad y anchura, y/o desestabilizar a la defensa adversaria. Además de éstas, existen las acciones de desmarque convergente que son movimientos que realiza el atacante hacia la portería contraria con el fin de obtener espacio y unas condiciones extremadamente favorables para alcanzar la consecución del gol. Visualmente el éxito de las acciones de desmarque pueden ser percibidas cuando el jugador puede recibir la pelota en una situación más ventajosa para el ataque y su movimiento obliga al defensor a acompañarlo, moviéndolo de su posición de cobertura defensiva, o cuando un pase es hecho hacia el espacio creado por la acción del desmarque, creando amenazas al sistema defensivo del adversario.

2014 03 24 002Principio del Espacio

El principio del espacio se configura a partir de la búsqueda incesante de los jugadores, sin la posesión del balón, de las posiciones más alejadas del poseedor de la pelota, creando dificultades defensivas al equipo adversario, que delante de la ampliación transversal y/o longitudinal del campo de juego, deberá de elegir marcar un espacio vital para el juego o al adversario (Worthington, 1974). Las acciones de este principio se inician después de la recuperación de la posesión del balón, cuando todos los jugadores en el equipo buscan y exploran las posiciones que ofrecen una expansión del espacio de juego ofensivo, teniendo como guía el comportamiento técnico y táctico de sus compañeros y oponentes como una función la ubicación de la pelota. Por lo tanto, el alejamiento de algunos jugadores del “centro de juego” crea espacios para que sus compañeros se beneficien de los carriles libres en dirección a la portería contraria o facilita la aparición de situaciones de 1X1, con clara ventaja para el jugador atacante. (CASTELO, 1996). Las directrices de este principio están directamente relacionadas con los conocimientos teóricos que los jugadores tienen acerca de la táctica del juego, porque la comprensión del espacio para el juego, especialmente para una acción ofensiva en particular. Este principio será fundamental para ayudarle a ocupar y explotar los espacios vitales, que proporcionan más y mejores líneas de pase en profundidad y amplitud, y que son importantes para la creación de un mayor número de opciones tácticas ofensivas (SOLOMENKO, 1982). Por otra parte, el dominio de las acciones características de este principio son fundamentales para el éxito en el juego, ya que el espacio determina el tiempo de finalización de la acción y la toma de decisiones sobre la base de la configuración momentánea del juego. Por lo tanto, cuanto más espacio tenga el equipo para atacar, mejor pueden ser elaboradas sus respuestas a las necesidades y demandas de la situación. En el juego las acciones del principio del espacio pueden ser percibidas cuando los jugadores ejecutan los movimientos de expansión, tanto en amplitud y como en profundidad, buscando la ampliación del espacio de juego efectivo; tal como, por ejemplo, los desplazamientos individuales realizados inmediatamente después que el equipo recupere la posesión del balón y que, si se ejecutan de manera eficiente a nivel colectivo, proporcionan la creación y explotación de los espacios libres en busca del gol.

Principio de unidad ofensiva

El principio de la unidad ofensiva está estrechamente relacionado con el conocimiento ganado por los jugadores y el modelo de juego diseñado para el equipo. Este principio se establece sobre la base de conocimiento de los actores sobre la importancia de sus movimientos, sus límites y sus posiciones en relación con los compañeros de equipo, y los opositores a la pelota (Teissier, 1969; HAINAUT; BENOIT, 1979). Para conseguir la cohesión, la eficacia y el equilibrio funcional entre las líneas longitudinales y transversales del equipo en las acciones ofensivas, los jugadores también deben tener conocimiento táctico de alta con el fin de no romper la solidez del montaje, que permite un juego como un todo indivisible (Silva; RIAS, 1998). Las directrices exigen que una organización que en principio, en el espacio de juego y las funciones específicas de los jugadores, en las que deben cumplir una serie de tareas táctico-técnicas durante la fase ofensiva que supera claramente la misión de cada jugador líder en su actividad real Al considerar las directrices de este principio, las acciones de apoyo a un ataque muy organizado apoyan medidas preventivas llevadas a cabo por uno o más jugadores que destacan y actúan en la parte trasera de los jugadores atacantes. A través de estos comportamientos, se inicia una organización del equipo que se encargará de pasar organizadamente a la situación de defensa en el caso de fracaso en las acciones ofensivas y / u organización de una defensiva temporal dependiendo de la situación hasta que todos los compañeros se coloquen en sus posiciones verdaderas del sistema defensivo del equipo. (Teodorescu, 1984). Para jugar de acuerdo con este principio, el equipo conseguirá en bloque bien estructurado ampliar sin descompensarse, sus líneas de acción y penetrar en el equipo contrario con el fin de resolver situaciones de juego táctico momentáneo con el pleno sentido de equipo. Durante un partido, las características de las acciones de este principio pueden ser verificadas a través del posicionamiento de los jugadores en el terreno de juego para favorecer a un movimiento continuo, fluido y eficaz del balón, evitando al máximo su interrupción (pérdida de la posesión de balón). Por otra parte, todas las acciones del equipo deberán transmitir confianza y seguridad a los compañeros situados en el centro del juego, permitiendo la creación de constante inestabilidad y desequilibrio en la organización defensiva adversaria.

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