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Futbol Formativo – Respetando la Naturalidad

ENTRENAR PRIVILEGIANDO LAS CAPACIDADES DE LOS JUGADORES.

Muchas veces los entrenadores nos preocupamos demasiado por desarrollar ejercicios con demasiadas consignas que limitan el desenvolvimiento de los jugadores. Que si dos contactos acá, uno allí, que si debemos tocar todos la pelota para que el gol tenga validez, que no podemos devolvérsela al que nos la pasa, que debemos sumar consecutivamente cinco pases para obtener un punto…., todo para que suceda, muchas veces ni eso, de forma artificial, aquello que sucedería de manera sencilla si atendiésemos a las interacciones.

Así no se juega al fútbol, se juega al concepto, algo poco recomendable. No se trata de jugar a fijar, a realizar desplazamientos específicos con balón, u otras cuestiones, es más bién utilizar esas herramientas, en el momento conveniente, para resolver los problemas que vaya generando a la dinámica sorprendente del fútbol.

Las reglas están en ellos, el método les pertenece, está en su interior, dispuestos a ser advertido y aprovechado para evolucionar oportunamente.

Así es como mejor se trabaja, en el reconocimiento de cuales son los momentos idóneos para acelerar o dilatar las acciones.

 

El ideal es jugar, sin innecesarios preceptos, sin restricciones contranaturales que desorienten a los participantes. Si no se parecen a los que verdaderamente son es que no están entrenando como debieran estar haciéndolo.

«Cuando el técnico grita mucho o presiona mucho, lo que logra es que vos como futbolista te distraigas por lo que está pasando, para escuchar lo que ya pasó y que no podés remediar»

Cesar Luis Menotti

Estamos de acuerdo en que existen determinadas normas que hacen que puedan ocurrir ciertas cosas, y que no adulteran en exceso la naturaleza del juego. De hecho en este sitio mostramos muchos ejercicios que favorecen la emisión de los acontecimientos pretendidos. Pero la gran aspiración debe orientarse hacia el entrenamiento pensado desde las mezclas entre jugadores para apoderarse de distintas competencias, siendo el entrenador, en dicha práctica, un elemento que devuelve la información que recibe de lo que emerge de sus futbolistas.

Lo que perseguimos es que ¨más que crear situaciones simuladoras para condicionar el jugador, se creen situaciones preferenciales para condicionar el juego mediante procesos interactivos entre jugadores¨.

Debemos tender, a la organización de una forma de trabajar supeditada a las relaciones, verdadera raíz de la manera de ser de cada uno y, por ende, de estar.

No conspiramos por la eliminación del método, más bién incluir un método que evite considerar al futbolista como mero ejecutor, un método en definitiva, que parta de sus procesos reflexivos.

Necesitamos jugadores motivados hacia las situaciones de entrenamiento. Ellos van a dirigir sus motivaciones hacia lo que les conecta con sus propios recursos. Si lo que les pedimos mientras entrenan no empieza en ellos, difícilmente podemos decir que estamos acertando en las propuestas.

«Verlo entrenar a Cesar es asistir a una función de creatividad. Sólo prepara las pautas de una función de creatividad. Sólo prepara las pautas esenciales del entrenamiento. Piensa lo que quiere mejorar o corregir y sobre eso improvisa, inventa. Va guiando a los jugadores mediante la palabra, los alienta, les señala los ritmos, le destaca los aciertos, les modifica actitudes incorrectas, Juega. En realidad la mejor palabra que define sus entrenamientos es esa; juegan a jugar al fútbol. De un ejercicio se pasa al otro, de un concepto a otro concepto, todo jugando.» Angel Cappa sobre Cesar Luis Menotti

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