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La teoría de los sistemas dinámicos y el entrenamiento deportivo

No pretendemos cuestionar la posible efectividad de los métodos tradicionales de entrenamiento basados en repeticiones de ejercicios y cargas crecientes de trabajo, sino plantear que se pueden conseguir los mismos resultados de forma más breve, menos agresiva y probablemente más enriquecedora para el individuo. No obstante, recordamos que también hay aspectos del entrenamiento tradicional que se consideran criticables e incluso perjudiciales para los deportistas, y que son fácilmente mejorables si consideramos al individuo como un ser global que interactúa consigo mismo y con su entorno.  Estas propuestas pueden aplicarse a todo tipo de deportes. En el caso de los deportes de equipo, la variación constante de las condiciones de juego es evidente, por lo que el aprender a adaptarse a esta variación, valga la redundancia, será de gran utilidad.

Cuando se habla de entrenamiento físico-técnico-táctico, físico-técnico, etc. se trata de unir o sumar cosas o partes, que para ello han de haberse separado previamente. He aquí el error de base del planteamiento. Entendemos, que al referirnos al entrenamiento integrado, nos estamos remitiendo a la teoría de sistemas dinámicos (TSD), es decir a la consideración de que el todo es más que la suma de las partes. Consustancialmente, se presupone que hemos decidido ubicarnos en una perspectiva cognitiva, en contraposición a la conductista, en el análisis del fútbol. Igualmente, entre las teorías de aprendizaje, es obvio que habremos decidido apostar por teorías constructivas (aprender a jugar al fútbol) y no asociacionistas (mejora de la velocidad necesaria, de la ejecución del pase,…). El modelo de enseñanza utilizado (inductivo o deductivo) será una consecuencia de las teorías de aprendizaje ya mencionadas.

Así pues, estábamos absolutamente confundidos en la creencia de que el entrenamiento integrado surgía de unir las variadas estructuras que conforman al individuo que juega al fútbol. Pretendíamos unir piezas que no están separadas, que nunca se separaron y que no se pueden separar.

En opinión de Cano «las cualidades y capacidades son indivisibles, no se dan por separado nunca y por lo tanto, han de estar siempre unidas en las actividades del entrenamiento». Consideramos que el nexo de unión de todos estos elementos inseparables, es el compromiso. Compromiso para defender, compromiso para contraatacar, compromiso para conseguir objetivos parciales (portería a cero, imbatibilidad,…), compromiso para ser solidarios en los esfuerzos,… en definitiva, compromiso con el pensamiento colectivo.

Llegados a este punto, podemos afirmar que no se trata de sumar, unir, ni mezclar capacidades, sino de intentar separarlas lo menos posible, es decir de diseñar situaciones de entrenamiento y entrenamientos en general lo más próximos posible a la estructura y funcionamiento del juego del fútbol, a su lógica interna. En definitiva estamos hablando de mantener siempre presentes dos principios de aprendizaje fundamentales para ello: la especificidad de la tarea y la transferencia.

Las diferentes estructuras o sub-sistemas de que se compone el deportista son igualmente necesarias para alcanzar el rendimiento, y aunque en función de la modalidad deportiva unas tendrán más importancia que otras, éstas deberán ser entendidas como complementos que están interrelacionados entre sí formando una globalidad. Desde este punto de vista, el fraccionamiento de las tareas como medio para polarizar la atención sobre aspectos concretos del aprendizaje, impedirá la práctica global, integradora de todas las capacidades de forma simultánea, por lo que su práctica reiterada podría desarrollar factores de rendimiento inconexos que tendrían poca transferencia al juego real.

Seirul-lo, F. (1994). Preparación física aplicada a los deportes colectivos. Balonmano. Santiago de Compostela: Lea.

Seirul-lo, en otra obra, quizá menos relacionada con la TSD, recuerda algunos de los principios fundamentales de su ideología acerca de la TSD ya nombrada. Así pues, de acuerdo con el autor catalán, las características más sustantivas del modelo cognitivo de preparación pueden sistematizarse de la siguiente forma:

  1. Se interesa por lo que sucede en el interior del deportista después de analizar las condiciones del entorno donde debe realizar su actividad competitiva.
  2. Modificando la organización de los acontecimientos y situaciones del entorno, se estimula al deportista a elaborar nuevos comportamientos producto de lainterpretación personal.
  3. Lo que se intenta mejorar es la interpretación del sujeto, para que ello ocasione la modificación de la conducta externa.
  4. Se logran actitudes motrices aplicables a situaciones variables.
  5. La evolución del aprendizaje está centrada en la capacidad que tenga el deportista para analizar las señales del entorno, saber interpretarlas y tomar variadas soluciones motrices.
  6. Se tienen en cuenta, mucho más, las necesidades del deportista. La persona antes que la actividad.

Seirul-lo entiende que «para los deportes de equipo se hace necesario elaborar nuevas formas de entrenamiento que sean simuladores sectoriales de la competición, es decir seleccionar determinadas partes de la competición e introduciendo las modificaciones adecuadas conseguir que su ejecución incida sobre alguna determinada capacidad o aspecto, con lo que se obtendrá una mejora específica de estos tal y como se da en el juego real».

 

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