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TRANSICIÓN DEFENSA-ATAQUE/ATAQUE- DEFENSA.

Estar ordenados es un medio (más bien funcionarial) no un fin, el objetivo es llegar a la portería contraría, intentando conseguir gol (al recuperar es cuando empezamos, tenemos que iniciar al ataque contraataque, desorganizándonos organizadamente).

Raúl Caneda propone “Sin ningún tipo de duda el plantearse donde confluyen y donde divergen las estructuras tácticas y la libertad necesaria para facilitar la expresión del talento es una de las claves en la correcta organización de los equipos”.El mismo autor apunta“Nada crece desde el desorden, de tal manera que el talento se expresa mejor cuando tiene referencias establecidas a su alrededor que faciliten la toma de decisiones, de tal manera que podríamos resumir la respuesta a esta cuestión partiendo de la siguiente conjunción:

  • · Orden como garantía de la estabilidad, como referencia que organiza y facilita la costumbre, lo cotidiano, y fundamentalmente como base que permite desarrollar el talento creativo, lo único realmente decisivo en el fútbol.
  • · Libertad necesaria para desarrollar el talento creativo.” Igual de claro lo tiene Victor Fernandez y certifica “Los grandes jugadores se ordenan jugando”

b) La plusvalía del juego en zona, reside y la encontraremos en la eficacia ofensiva.

c) Hay que defender muy bien, para atacar mejor.

d) Orientaremos al jugador sobre las bases conceptuales de ataque. Considero bases conceptuales de ataque aquellas ideas de funcionamiento de equipo sobre los pilares de los principios del juego de ataque. El objetivo es dar al jugador pautas de comportamiento dentro de una idea colectiva sin coartar su capacidad de creación y decisión. Como aconseja Juan Planes “Le enseñaremos el mapa no el territorio” (La forma de ver la realidad no es la realidad) A modo aclaratorio Mombaerts póstula “Cualquiera que sea el nivel de intervención, parte del potencial existente y debe permitir al practicante construir su fútbol, situando la práctica en el campo de juego sobre bases creativas, que dejen jugar plenamente la autonomía, la toma de iniciativas y la aceptación de responsabilidades”.

e) Hay que prever que durante el ataque/contraataque se puede perder

el balón (equilibrio).

 

“Establecer el orden, el habito se encargará de mantenerlo”

(Duque de Levis)

El equilibrio es la coordinación posicional de todos los jugadores tanto ofensiva como defensivamente. (El fútbol es ataque y defensa, y un equipo no puede depender sólo de lo que se hace adelante o confiar solamente en la parte de atrás). La parte ofensiva y defensiva son dimensiones indisociables, no se pueden desintegrar, ya que están integradas. Lo expresa así de bien Lillo “El juego es una unidad indivisible, no hay momento defensivo sin momento ofensivo. Ambos constituyen una unidad funcional”.

 

La esencia del juego colectivo reside en el ataque y la defensa que deben estar conectados en espacio y tiempo (deben ser caras de una misma moneda). Defensivamente, ser más corto (Estar dispuesto en pocos metros). Ofensivamente, si el equipo recupera va a estar más junto  y las transiciones serán más rápidas y precisas (el poseedor tendrá más posibilidades).

 

Lillo aclara “Sino puedo intervenir en defensa, tengo que colocarme para atacar y si no puedo intervenir en ataque debo colocarme para defender. La situación de defensa empieza antes de la perdida del balón, estaría formada por todos aquellos movimientos que realizan los jugadores que no intervienen directamente en el momento ofensivo para preparar la situación de defensa”

El ataque y la defensa toman acuerdos conjuntamente, se hablan de tu a tu. Para fraseando a HORST WEIN “El ataque y la defensa son las dos ruedas de un carro: Deben rodar simultáneamente”. Hay que participar en las dos fases. Ninguna puede ser lenta. No se puede participar en una y en otra no”.

 

Menotti lo razona de la siguiente forma “Desde que un jugador ocupa un lugar en el terreno de juego, siempre tiene algo que hacer.”

La zona no debemos limitarla desde la estructuración de sus distintas actuaciones defensivas, ya que ésta no coarta ofensivamente al colectivo; al contrario, supedita y allana el camino de las diversas evoluciones ofensivas del equipo.

Defender en zona aun estando sin balón es como una conducta ofensiva de la defensa y parte de su eficacia estará determinada en la mutación inmediata de una mentalización defensiva a ofensiva.

 

Extraído de un apunte de:

Manuel Conde Moldes

Entrenador Nacional Nivel III

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