Tener un modelo de juego
Todos las Instituciones deberían tener un modelo de juego definido para su equipo, y acorde a ese modelo tiene que existir el método de entrenamiento que lo desarrolle.
Un ejemplo de este modelo es el que a continuación expongo de un resumen realizado del libro: MOURINHO Porque tantas victorias?
Mi idea táctica principal pasa por tener nosotros la noción bien clara de la cosa más importante en el fútbol moderno más allá de marcar goles: TENER LA PELOTA.
Quiero una alta circulación de balón y, para que eso acontezca, tiene que haber un buen juego posicional, es decir, todos los jugadores tienen que saber que en determinada posición está un compañero, que desde el punto de vista geométrico, hay algo construido en el terreno de juego que les permite anticipar la acción.
Campo grande para atacar, líneas juntas para defender, una reacción fuerte ante la pérdida del balón, una estructura fija posicionalmente y una estructura móvil, o sea, hay jugadores que tienen posiciones fijas en el campo y hay otros que, por su dinámica, tienen movilidad, aunque haya que tener siempre un equilibrio posicional.
Hay equipos exageradamente preocupados por el aspecto defensivo y, muchas veces, en el juego, tienen grandes dificultades para cambiar de una situación de presión por otra de posesión. Ese es un aspecto que yo trabajo muchísimo, la salida después de la recuperación del balón. Esto es, tener la capacidad de jugar de un modo al defender y, después, en posesión de balón, modificar aquello que es fundamental, la recuperación de las posiciones en el campo, o sacar el balón de la zona de presión, etc.
El pressing no es más que un medio para recuperar la posesión del balón y solo tiene sentido si después el equipo sabe hacer uso de esa posesión.
Se puede defender bien en cualquier lugar. Ahora, yo prefiero defender lejos de mi portería, porque, cuando recupero el balón, estoy más cerca de la portería rival, que es mi objetivo en el juego.
Nosotros entrenamos situaciones específicas para saber, en cada momento, si corremos el riesgo de atacar mal, recuperaremos la posesión del balón, o si, por el contrario, optamos por la circulación por considerar que no hay posibilidades de éxito para crear peligro. Esto porque la forma de jugar de mis equipos es tremendamente desgastante. Cuando no tenemos más el balón, iniciamos luego acciones con vista de recuperación, mismo que eso implique ir al área del adversario, esto somete a los jugadores a un gran desgaste, por lo que, después de recuperar el balón, tienen que decidir si tienen condición de éxito para atacar inmediatamente y así continuar con el desgaste, o si, por el contrario no tienen esa condición y optan por descansar con el balón.
La transición defensa-ataque tiene que tener una relación íntima con nuestra forma ofensiva de jugar. Cuando un equipo presiona tan adelantado precisa descansar durante el partido, y que mejor que descansar con el balón, quiero que mi equipo sepa descansar con el balón, y para ello es fundamental un buen juego posicional, esto es que lo jugadores ocupen racionalmente el espacio de juego y tengan capacidad para tener el balón en su poder aunque durante algún tiempo el objetivo no sea dar profundidad al juego y llegar rápidamente a la portería adversaria.
