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Coaching Deportivo como herramienta del Alma

“El oponente que habita en la cabeza del propio jugador es más formidable que el que está del otro lado de la red” (T. Wallgey)

Haciendo un poco de historia, la palabra actual, “Coach” (conductor-cochero) tuvo su origen en la Hungría del sigloXV, en pueblo de “Cocks”.Alli se construían los mejores y más cómodos carruajes de la época.

Tal popularidad alcanzaron esos vehículos que el termino se fue difundiendo y transformando como una marca registrada en toda Europa(como decir Coca-Cola en lugar de gaseosa),según los giros idiomáticos de cada país llega al castellano como “coche”(vehículo) para llegar de un lado a otro, funcionalmente dicho, “donde estoy, donde quiero llegar”.

En el juego de palabras el Coach seria el conductor que acompaña el proceso, el conductor que conoce el camino. También era un término utilizado antiguamente en Inglaterra, en aulas universitarias, Coach (entrenador) podía ser un entrenador deportivo o académico.

En América, “Timothy Gallgey” fue quien comenzó a desarrollar sus ideas con visos metódicos, profesional y también deportista (tenis), fijo su atención en las propias experiencias deportivas en situaciones límites, donde el “miedo escénico” pudo dominarlo truncando sus objetivos.

Su libro “El juego interior del tenis” fue un éxito de ventas, formando después su propia compañía, extendida no solo al deporte sino a otro tipo empresas en sus cuadros ejecutivos. En el tiempo muchos otros notables autores desde el referido Sócrates con su “mayéutica” (arte de alumbrar), por medio de la interrogación, fueron enriqueciendo el proceso hasta llegar a ser valorada hoy como una herramienta en variados grupos humanos.

Todos estos datos pueden ser corroborados, incluso mejorados por cualquier asiduo lector de estos temas en internet o bibliotecas, eso no me parece lo importante, sino el conocer y valorar esta herramienta (Coaching) para ponerla al servicio de los deportistas que semana a semana comparten sus horas junto a nosotros.

Claro está ,únicamente hablo del envoltorio, seguramente hay mucho mas, cual es la difusión en nuestro medio, cuanto sabemos, cuanto interesa a los entrenadores co-laborar e interactuar con ese método, en qué medida como toda cosa resulte una intromisión necesaria y positiva.

Todos escuchamos alguna vez aquello de “aquí en el plantel tenemos un sicólogo”, lo cual me parece positivo, de todas formas y a riesgo de parecer tendencioso, me parece ver como mas especifico, completo, algo que forme “parte guía” del proceso, un entrenamiento para el “alma del deportista”, su topografía negativa, metas, anhelos y proyecciones, la posibilidad de que disfrute de lo que hace, a pesar de las barreras externas e internas que tenga delante suyo.

Me parece oportuno señalar el porqué puede resultar beneficioso este tipo trabajo sistematizado, conteniendo además un seguimiento, penetrando la cascara del asunto, conociendo el día a día de los planteles con sus vaivenes naturales y desafíos hace pensar en la necesidad de la objetivación grupal y también la personal de cada componente.

Coaching se define a si mismo como “proceso circular de ayuda personal que pretende guiar al individuo entrenado (Coachee) en la consecución de sus objetivos”, un proceso de acompañamiento guiado (Coach) para ayudarlo a conocerse a sí mismo, como alcanzar sus metas respetando el desarrollo armónico de su persona.

Nunca más acertada la frase atribuida a Galileo, “no se le puede enseñar nada a un hombre…solo se le puede enseñar a buscar la respuesta en su interior”. La frase es alertadora como toma de conciencia, luego será el trabajar sobre ello.

No deberíamos pensar en el paso o puente de un solo tramo hacia el éxito, más bien un camino de pequeños, sostenidos y concretos éxitos, lo cual de algún modo es muy intimo, luego su expansión seguramente provocara impacto sobre quienes nos rodean.

Recomiendo leer al licenciado “Nava Condarco” cuando dice: “la victoria o el logro que califica el éxito, es producto del triunfo del hombre sobre si mismo. No existe batalla más difícil que aquella que el hombre libra contra si mismo. No existe emprendimiento más importante o esfuerzo que pague más”

Como observación muy simple sabemos que una cosa es el grupo y otra el equipo. El grupo muchas veces tiene tendencia a lo casual o fortuito, tal vez lideres funcionando en base a la inhibición y esto no representa una meta clara, de por si pensamos que todos pueden “trabajar juntos” sin formación ni preparación mental.

En el equipo el entrenador participa en la formación de los componentes con un criterio específico, de organización y control de las tareas. Cada futbolista representa un rol (función/responsabilidad) dentro del campo de juego, en base a esto pretende luego lograr conocimientos duraderos. Seguramente el grupo transitara un proceso para llegar a trabajar como un equipo.

Según los expertos estas etapas o capas del proceso serán: ETAPA DE FORMACION DEL GRUPO (individualista y de búsqueda)/ETAPA DE ORGANIZACION (identificación)/ETAPA DE INTEGRACION (consolidación).

Se me ocurre como muy revelador este juego que se da en los “roles”, pues los entrenadores lo vemos casi a diario causando no pocos problemas, veamos,1) PAPEL QUE CADA UNO DESEA JUGAR DENTRO DEL GRUPO,2) PAPEL QUE CREE HABER JUGADO,3) PAPEL QUE LOS DEMAS ESPERAN DE EL,4) PAPEL QUE LOS DEMAS LE ATRIBUYEN,5) PAPEL QUE EN REALIDAD A JUGADO.

Esto es interesante porque muchas veces hay futbolistas en determinada posición que creen capaces de ser el eje del equipo, lanzadores o goleadores y en realidad no lo son. También existen otros quienes deberían tomar el protagonismo o liderazgo porque están intelectualmente y futbolísticamente capacitados, por diferentes razones no lo asumen.

En alguna medida, todos carecemos de algo en lo personal y lo trasladamos a las funciones que desarrollamos, la idea de Coaching nos impulsa a tomar conciencia de esto, luego proporcionarnos herramientas y dejarlo a nuestro libre albedrio o decisión para el cambio.

Mas allá de lo necesario de contar con deportistas en los que funcione muy bien su “torre de control” (mente), por todos los beneficios que puede reportarnos a nivel de éxitos deportivos, está el sentimiento intrínseco del ser humano futbolista quien siente ser exigido, pero también cuidado y apreciado por lo que es.

Tantas veces escuchamos de ex deportistas exitosos en lo económico, todavía cargados de gloria de los triunfos recientes, en la etapa más productiva de sus vidas, pero incapaces de saber que hacer con su tiempo, insatisfechos existencialmente, luchando contra sus propios demonios internos.

Y a los entrenadores en donde nos toca esto del Coaching? (hablando de nosotros mismos como sujetos), tendríamos que cambiar algunas cosas que representan frenos autoimpuestos?, claro que sí.

Desde ya nuestras emociones, el tono de voz, la postura, quizás el modo en que planteamos las cosas, según el grado de adversidad, podremos darle al grupo un punto de apoyo o profundizar las dificultades.

No estoy diciendo que el entrenador deba convertirse en un actor que representa un papel, no hay peor cosa que perder la autenticidad, creo, se trata de cambios de enfoque en determinadas situaciones. Podemos ser transmisores de optimismo, serenidad o todo lo contrario, pero que quien está enfrente recepta A o B, eso es seguro.

Esto dicho desde mi propia experiencia, considero que el ser entrenador es un aprendizaje de toda la vida y ojala nunca deje de ser así, pues ese sería el comienzo del estancamiento.

Se me ocurre esta figura, un tanto idílica quizás, (conociendo el canibalismo del medio) que es la de poder “disfrutar del trayecto” (porque hacemos lo que más amamos) junto a otras personas, a quienes en realidad deberíamos conocer mucho mejor, a veces no lo hacemos por falta de una buena comunicación u objetivos dispersos.

Por último, conseguir este éxito grupal para un entrenador, no podría nunca ser juzgado por terceros(mas allá de lo deportivo), porque reviste de un carácter muy personal e intimo, aquella vara que se erige en juez social, a saber, calificadora de nuestros logros o meritos, es realmente de nuestra exclusiva propiedad, entrenadores y futbolistas.

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