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Liderazgo en el Fútbol

«El entrenador de hoy debe ser un seductor, un gestor de emociones, un especialista en seres humanos, un facilitador, alguien con una clara vocación de servicio. Tiene la responsabilidad de definir una propuesta de juego y de plantear un objetivo que deben compartir con jugadores, directivos, aficionados, socios y medios de comunicación. Debe conseguir la adhesión de todos, y eso no se impone. Tiene que persuadir, ‘vender’ una idea y, para ello, debe ser honesto, auténtico y creíble«.

Saber liderar, motivar, enfocar el rendimiento son herramientas esenciales para el alto rendimiento deportivo.

 

1- Visión

El Liderazgo de un entrenador debe comenzar con la Visión que se va a transmitir, la misma debe ser clara, creíble, alcanzable, a partir de allí podremos formular los objetivos o peldaños que debamos escalar para ir logrando paso a paso y poder alcanzar esa visión.

Ningún objetivo es demasiado alto si se persigue con pasión.

En el camino podremos tener o tendremos obstáculos seguramente, está en la capacidad del Líder de no dejarse desviar por esas situaciones y por consecuencia no confundir al equipo y brindarle permanentemente seguridad.

Jamás permitas que los resultados o las circunstancias del momento limiten tu definición de objetivos.


2- Dirigir el equipo

Para dirigir a un equipo debes ser transparente en tu manera de ser, debes ser el ejemplo en lo que quieres comunicar, debes tener mucha coherencia entre lo que piensas, dices y haces.

Debes fundamentar tu trabajo, reflejar tus conocimientos y tener el poder de transferirlos al equipo mediante herramientas simples y operativas.

Debes tratar al equipo como ellos quieren que lo traten, no como a vos te gustaría que te traten, para ello debemos hacer un diagnostico certero, tener una lectura exacta de cada integrante del equipo, saber como llegarle, como manipular sus emociones.

Si tú los tratas como quisieras que te traten, te obedecerán.

Si tú los tratas como ellos quieren ser tratados, de darán el máximo.


3- Transmitir mensajes

El entrenador Líder debe transmitir mensajes que ayuden a orientar el trabajo a fin de poder lograr los objetivos propuestos, estos mensajes deben ser reconocidos por el jugador, deben sentirlos, identificarse y tomar parte de lo que se quiere transmitir.

 

MENSAJES BASICOS

Jugar en equipo: el jugador lo sabe, pero lo más importante es que lo debe sentir, debe entrenarse para ser un jugador de equipo, para ello la clave es tener humildad y generosidad.

Humildad para dejarse ayudar y generosidad para hacerlo.

Jugar con el corazón: hacerles entender al jugador que la diferencia entre los buenos equipos y los grandes equipos, los que logran grandes asañas, está en que no solo se debe jugar con la cabeza, con la inteligencia si no que la diferencia la hacen los que juegan con el corazón.

Los equipos que inspiran a su hinchada y quedan en la historia son los que juegan con el corazón.

Comprometerse: Convencer al jugador de enfrentar cada entrenamiento, como se encara un partido, no se puede menospreciar una práctica y luego, cuando se necesitara ese plus adicional al final de un partido, esperar que aparezca allí. Deben estar convecidos de vivir como un deportista, en su cuidado personal, en elegir correctamente su entorno, en colocar los objetivos del equipo por encima de los personales. El compromiso individual pensando en el equipo constituye un compromiso colectivo, fundamental para el logro de grandes objetivos. Los jugadores deben sentir que: El compromiso es como una promesa o una declaración de PRINCIPIOS.

 

4- Motivar

Motivar mediante la Teoría de la Auto-Determinación. se puede señalar que apunta mayormente a explorar y explicar la motivación humana desde un enfoque basado en necesidades y que pone el acento (como su nombre lo sugiere) en el grado en que las personas eligen sus conductas (de ahí el concepto de autodeterminación).

En principio, se puede partir de la distinción fundamental entre:

Motivación Extrínseca: Un individuo estará motivado extrínsecamente cuando su conducta apunta a conseguir alguna recompensa que no está directamente relacionada con la tarea a realizar. La conducta, entonces, se dice que es instrumental, es decir, sirve para alcanzar otra cosa. Por ejemplo, un deportista profesional puede ejercer su actividad solamente para conseguir un premio en dinero.

Motivación Intrínseca: Una persona está motivada intrínsecamente cada vez que realiza una tarea o actividad en ausencia de refuerzo externo o de esperanza de recompensa, sólo porque la encuentra interesante. La persona lo hace por el placer (disfrute) y la satisfacción que le brinda la participación misma. La actividad es su propia recompensa, la persona no necesita un premio externo para motivarse a hacerla.

 

Los autores de la TAD también postulan que las conductas intrínsecamente motivadas están basadas en ciertas necesidades psicológicas innatas que las personas buscan satisfacer. Estas necesidades son:

> Autonomía: creencia de que uno es el iniciador y regulador de las propias acciones. Es decir, las personas necesitan tener la sensación de que eligen lo que hacen.

> Competencia: creencia de que uno puede interactuar eficazmente con el ambiente. Es decir, las personas necesitan sentir que son “buenos” en lo que hacen (en ese sentido está usado el término “competente”).

> Relacionarse: la búsqueda y el desarrollo de relaciones seguras y “conectadas” con otros. Es decir, percibir que pueden establecer vínculos saludables y sentir que tienen una conexión genuina con los demás.

El grado en que la gente perciba que estas necesidades psicológicas básicas están siendo satisfechas va a influir además sobre su desarrollo, su bienestar y su rendimiento.

 

Buscando el ejemplo practico

Los deportistas están acostumbrados a escuchar continuamente lo que tienen que o deben hacer. Y, lamentablemente, se terminan convenciendo de ello, cargando entonces con una pesada mochila de obligaciones y presiones. En realidad, deberían percatarse que en el fondo no tienen que hacer nada, no es una cuestión de vida o muerte. Por ejemplo, ¿tiene que seguir rigurosamente un plan alimentario?, ¿tiene que ir a entrenar?, ¿tiene que descansar apropiadamente? En realidad, NO! Cuando la persona toma conciencia de que está en el deporte porque lo elige todo su panorama cambia. La pregunta que el deportista puede hacerse es: ¿qué quiero alcanzar? Y a continuación: ¿qué puedo hacer para alcanzarlo? Esto tiene diversas variantes: ¿Cómo me quiero sentir el día del torneo (o del partido)? ¿Qué puedo hacer en el entrenamiento de hoy para sentirme así ese día?

Quiero sentirme satisfecho con los objetivos que alcancé, con el esfuerzo que realicé? Entonces, ¿qué puedo hacer para sentirme así?

Este simple cambio de perspectiva nos ayuda a corrernos del tirano y controlador “tengo que”, y nos pone en el asiento de conductor de nuestras vidas. Aunque los “tengos” muchas veces nos mareen, en realidad, ver el mundo de una forma u otra es una elección.

¿Cómo se vincula esto último con aquellas palabritas que usamos muy poco en nuestra vida cotidiana? Muy fácilmente. Cuando pensamos en términos de los que nuestras necesidades de autonomíahacer estamos buscando satisfacer nuestras necesidades de autonomía (o autodeterminación). Y cuando pensamos en términos de lo que podemos hacer estamos alineados con nuestras necesidades de sentirnos competentes en lo que hacemos. Como ya se señaló, pensar en términos de lo que tenemos que hacer (o su variante “debo hacer…”) nos pone del lado de las presiones y obligaciones impuestas externamente que hemos internalizado pero que en realidad provienen de afuera.

• Hay un par de aclaraciones que merecen ser hechas. Por un lado, se puede aceptar que no todas las actividades se pueden correr completamente para el lado del “quiero” y “puedo” (o al menos se sienten medio forzadas si lo hacemos), pero cuanto más reflexionemos sobre las cosas que hacemos y para qué las hacemos, más nos vamos a sentir a gusto con la dirección de nuestras vidas y con lo que emprendamos. Por otro lado, el deportista es libre de elegir sus conductas pero no es libre de elegir las consecuencias de las mismas. Por ejemplo, es libre de elegir no ir a entrenar, no esforzarse, no cuidarse, etcétera, pero no puede elegir las consecuencias de ello (sanciones, mermas en el nivel, pérdida de oportunidades, etcétera).

 

Cuando el criterio de éxito es ganar-perder los deportistas se van a sentir competentes en el primer caso e incompetentes en el segundo. Si el criterio de éxito es mejorar (comparándose con uno mismo), los deportistas se sentirán exitosos (y competentes) cuando alcancen objetivos de tarea (también llamados de rendimiento).

5- Gestionar emociones

Inteligencia emocional, de acuerdo con la definición de Daniel Goleman, es «la capacidad de reconocer nuestras propias emociones, para automotivarnos y administrar las emociones dentro de nosotros y en nuestras relaciones».

También se define la inteligencia emocional como la «habilidad para controlar y regular las emociones y usarlas para guiar el pensamiento y la acción».

Para ese logro, el líder no debe perder el contacto con las corrientes emocionales sutiles que mueven a los grupos. En otras palabras, el líder emocionalmente inteligente es capaz de ser sensible sobre las emociones que sobrevuelan alrededor del grupo, tomando conciencia de los diversos estados emocionales.

Esta activación emocionalmente sutil, ayudará al líder a anticiparse al posible impacto de sus decisiones al respecto del grupo y sus personas integrantes.

Aparte de detectar los posibles estados emocionales del grupo, el líder carismático posee una experiencia clara de las emociones, y se convierte en un ser más emisor que receptor de emociones.

Para ello, el líder debe dar mensajes desde el corazón, mediante la capacidad de expresarse de manera convincente.

 

En definitiva y de forma esquemática, los líderes emocionalmente inteligentes:

• Articulan y estimulan el entusiasmo por las perspectivas y los objetivos compartidos.

• Cuando resulta necesario, saben tomar decisiones independientemente de cualquier suposición.

• Son capaces de guiar el desempeño de los demás.

• Transmiten energía emocional positiva.

• Y por supuesto, lideran con el ejemplo.

El entrenador debe saber gestionar las emociones de forma que oriente las energías hacia el logro de los objetivos.

 

TRABAJO EN EQUIPO

El talento gana juegos, pero el trabajo de equipo, la inteligencia y el corazón ganan campeonatos.

Es muchísimos mas amplio los conceptos y teorías sobre liderazgo, inteligencia emocional, coaching y todo los relacionado al manejo de grupos y del manejo emocional del propio entrenador, es un momento donde mundialmente se está aplicando con mucho énfasis estas teorías, recién comienza en nuestro futbol latinoamericano, en España ya lo aplican en los distintos deportes y son evidentes los logros, los padres de todo esto son los Norteamericanos hace mas de 30 años que lo utilizan, por eso creo fuertemente que es por donde se debería apuntar para seguir creciendo como entrenadores de fútbol.

La preparación sobre la técnica, lo táctico, la preparación física se han equiparado muchísimos principalmente entre los equipos profesionales, no existen demasiadas diferencias en el nivel de capacidad sobre estos tres conceptos entre los entrenadores de elite, hoy la diferencia lo hacen aquellos que tengan una alta capacidad de LIDERAZGO, conociendo los conceptos actuales de motivación, inteligencia emocional y coaching deportivo, desde ahí creo que podemos buscar el salto de calidad que necesitamos para alcanzar grandes logros deportivos.

 

Textos recopilados y adaptados por:

Prof. Enrique Cesana

Director de GrupoEkipo.

 


Bibliografia

“La práctica de la Inteligencia Emocional” D. Goleman, 1998

Apuntes de Manuel Conde – Entrenador España

Apuntes sobre disertación de Xesco Spar – entrenador de balón mano España

Apuntes sobre disertación de Manuel Conde – Entrenador España

 

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