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Conceptos Tácticos a Desarrollar en Diferentes Edades

La táctica en el fútbol puede definirse como una función de unión o enlace entre las diversas unidades de prestación individuales que se emplean en la acción colectiva para alcanzar objetivos de juego comunes.

CONCEPTOS TÁCTICOS a DESARROLLAR en DIFERENTES EDADES

Antes de ofrecer diferentes cuadros, en donde presentamos diferentes propuestas para ejercitar diferentes situaciones tácticas que se presentan en el juego del fútbol, empezaremos por definir la palabra SITUACIÓN en el fútbol.

La Situación:

El fútbol entra dentro de la categoría de deportes definida como “de situación”. Por lo tanto la situación supone constituye aquella condición esencial característica de un deporte que implica los diferentes significados de la acción específica. En la práctica, la situación expresa las características del entorno de juego entendido como un número de variables posibles y de la complejidad con que se presentan.

Las Variables Cuantitativas dependen:

  1. Del espacio de juego.
  2. Del número de jugadores implicados.
  3. De la duración del juego.

En cambio, las Variables Cualitativas dependen:

  1. De la relación numérica jugador/adversario (disparidad o paridad).
  2. De la zona del campo (zona de ataque, centro, defensa, lateral, o bien modelos que proponen acciones con características ofensivas, defensivas, organizativas, etc.).
  3. Del grado de activación cognitiva (análisis de la situación y elaboración mental más o menos compleja).
  4. Del nivel técnico individual, de los compañeros y de los adversarios.
  5. Del coeficiente técnico-coordinativo de las habilidades implicadas.
  6. De la intensidad del juego.
  7. Del grado de cansancio.
  8. De la presión psicológica (goles, frecuencia de error, torneos, competiciones, enfrentamientos, etc.).
  9. De las condiciones del terreno de juego, del balón, del equipamiento, etc.

Desde el punto de vista táctico, en el proceso de formación del jugador, el concepto de situación debe ser, por ello, concebido como una serie de acontecimientos estructuralmente, temporalmente y jerárquicamente apreciables, que determinan, en el individuo integrado en el contexto situacional, adaptaciones ya sea de tipo mental o motor. Por lo tanto, resolver una situación no significa únicamente decidir efectuar un pase para desmarcarse o un dribbling para introducirse, en lugar de otras posibilidades que el juego pone a disposición. Salir con éxito de una situación puede también significar lanzar la pelota contra una tabla de superficie irregular, ejercitarse con balones de pesos y dimensiones distintas, conducir la pelota lentamente o rápidamente, etc.

Por tanto, en lo que los factores que determinan la situación podemos distinguir:

a)Situación de tipo sensomotor.
b)Situación de tipo conceptual intelectivo.

En lo correspondiente a los planos reguladores de control (sistema nervioso) de la acción, en la primera situación favorecen principalmente las funciones sensoperceptivas y coordinativas (activación inconsciente o parcialmente consciente, mientras que en la segunda acentúan mayormente la implicación de los procedimientos cognitivos de orden superior (activación consciente: el alumno toma decisiones). Desde el punto de vista didáctico, las dos formas de situación pueden ser expuestas de una forma más simple, haciendo mayor hincapié en uno u otro aspecto. De forma más compleja, combinándolos entre sí.

De esta forma, la situación en su conjunto constituye una parte del partido que, en términos de espacio, tiempo, jugadores, variables ambientales, etc., se coloca con características idénticas o similares. De cualquier forma, es conveniente recordar que a o largo de un partido, un jugador debe resolver situaciones de juego en cualquier momento, también cuando no parece estar  implicado directamente, puesto que es preciso que, en esas fases, conozca con anticipación la orientación y futuro desarrollo del juego.

Por este motivo, en lo referente a la formación, sea esta general o se encuentre prácticamente acabada, cada situación parcial debe ser reconducida en el contexto de juego propiamente dicho, en el partido, memorizando las características esenciales de este modo, se favorecerá la utilización del “transfer” con el que se buscan varias conexiones indispensables para estructurar esquemas de acción cada vez más amplios.

Valores Situacionales

En lo referente a los estímulos operativos impuestos por las características con que se encuentran las diversas secuencias del juego, el entrenador, con precisa respuesta didáctica, deberá utilizar formas de trabajo que exalten las distintas dinámicas del entorno.

Por lo tanto, la técnica se expresará en términos de flexibilidad y la organización de la acción deberá prever un programa de movimiento abierto a las cambiantes condicionales del juego. En la práctica, un programa “siempre dispuesto” a ser modificado.

Valores Situacionales - técnico táctico

Lo que el esquema intenta mostrarnos, es cómo tal forma de adaptación técnico-coordinativa se encuentra directamente subordinada al valor cuantitativo y cualitativo de los parámetros espacio-temporales presentes en la acción futbolística. En otras palabras: la rapidez de ejecución, la velocidad de desplazamiento, la localización topográfica de la acción, los espacios de relación jugador/compañero y jugador/adversario. Un programa didáctico que incluya en los mismos contenidos determinados estímulos de adaptación podrá desarrollarse teniendo en consideración las posibles variables de situación. Por lo tanto, se tendrá en cuenta lo siguiente:

  • La complejidad y los vínculos técnicos.
  • La duración, dirección y amplitud de la acción.
  • Las relaciones de paridad y disparidad numérica entre los jugadores.
  • Las particulares variaciones del juego en función de las reglas.
  • La preparación didáctica no estandarizada.

 

Llevando estas indicaciones al plano práctico, mencionemos algunos ejercicios que seguramente conocerán los expertos:

Vínculo Técnico
Partidos con toques de pelota limitados o con un solo pie, etc.

Grado de Complejidad Técnica
Partidos en que el gol es válido sólo si se realiza de cabeza o después de, al menos, cinco pases consecutivos.

Presión Temporal
Situaciones cronometradas para el remate con combinación de más jugadores.

Duración
Efectuar un mayor número de repeticiones.

Presión Direccional
Partidos en que los pases entre compañeros son directos únicamente si se realizan en avance.

Presión Direccional
Partidos donde la acción final de remate es válida si se efectúa después de cambio lateral externo.

Limitaciones Espaciales
Situaciones o partidos efectuados en espacios muy limitados o irregulares.

Reglas Variables
Partido con cuatro arcos en vez de dos o con dos pelotas en vez de una.

Material Variable
Situaciones o partidos utilizando pelotas más pequeñas, más livianas, etc.

 

Aún así, el análisis de la prestación técnica en condiciones de juego que prestan determinadas variables, deberá ser efectuado teniendo en cuenta el apoyo coordinativo presente en la ejecución y las necesidades energéticas que supuestamente sostendrán en el esfuerzo físico.

Desarrollo de las capacidades de evaluación de la situación de juego

Sucesión metodológica para el desarrollo de acciones técnico-tácticas condicionadas por la situación. (Konzag, 1991).

Componente Táctico en la Prestación futbolística:

La táctica en el fútbol puede definirse como una función de unión o enlace entre las diversas unidades de prestación individuales que se emplean en la acción colectiva para alcanzar objetivos de juego comunes. En la práctica, este significado recoge la esencia de la prestación futbolística, poniendo de manifiesto cómo las habilidades técnicas, la disponibilidad energética y coordinativa, el esfuerzo psíquico, el papel en el equipo y los restantes factores externos que condicionan la prestación deben hallarse sinérgicamente integrados y subordinados al objetivo táctico requerido por el juego.

“Táctica” también significa poner en orden” o utilizar de forma económica y racional determinados potenciales individuales poniéndolos en relación con los de los compañeros y adversarios. En resumen, el término “táctica” puede ser interpretado en último término como sinónimo de “comportamiento técnico”, que surge de una hipótesis interpretativa personal del juego, con el fin de sacar provecho del propio equipo. H. Ripioll (1989) aporta su interpretación personal sobre el concepto de táctica mediante dos expresiones verbales: “comprender y actuar”, llamando la atención sobre estos dos momentos fundamentales en las prestaciones del juego. Al leer estas citas, se puede entrever que la capacidad de acción táctica (Martin en Schock, 1985) de un jugador no es un concepto abstracto, sino que depende y se compone de diversas subestructuras funcionales, cuyas acciones integradas influyen en los efectos que se buscan:

  • Conocimientos Tácticos.
  • Habilidades Tácticas.
  • Capacidades Tácticas.

Los conocimientos tácticos:

Según diversos autores (Harre en Schock, 1985), los conocimientos tácticos se componen de todos aquellos procesos mentales de producción y reproducción de información y dependen en gran medida  de la variedad de los elementos cognoscitivos de que se dispone o la calidad con que se ha hecho frente al proceso de formación del jugador. Los conocimientos tácticos hacen referencia a los siguientes factores:

  • El conocimiento de las reglas de juego y su utilización óptima para la resolución de los problemas tácticos.
  • El conocimiento de los sistemas de juego y de sus variantes, el dominio del sistema de juego propio y de las medidas más efectivas para hacer frente al sistema de juego adversario.
  • El conocimiento de las reglas tácticas, por ejemplo: el jugador más rápido es la pelota; mantener al adversario dentro de nuestro campo visual; sufrir una acción de finta del portador de la pelota; fijar la atención en la pelota y en los movimientos de las piernas; tratar de ganar tiempo en condiciones de inferioridad numérica.
  • El conocimiento de las relaciones recíprocas entre condiciones, técnica, táctica y cualidades volitivas, por ejemplo: en qué momento se toleran situaciones de riesgo; en los momentos de cansancio físico es mejor no llevar la pelota; si el equipo adopta una estrategia táctica particular; si un determinado jugador efectúa a menudo determinadas fintas.
  • El conocimiento de las reglas de economía, oportunidad, por ejemplo: estando próximo a la línea de fondo del campo es mejor pasar la pelota hacia atrás que tirar; en situaciones de contrapié, evitar en la medida de lo posible llevar la pelota; en las ocasiones de dos contra uno “empujar” al defensor.
  • Los conocimientos teóricos de los procesos perceptivos, del análisis de la situación de juego y de las soluciones mentales.

En la práctica, todos estos son requisitos básicos que contribuyen a determinar el éxito de las intenciones, así como aumentar las probabilidades de éxito.

Las habilidades técnicas:

Deben considerarse como la expresión de una técnica específica (habilidad técnica) en relación con los parámetros energéticos y biomecánicos que se empleen (por ejemplo: empleo de fuerza, rapidez de ejecución, amplitud y dirección del movimiento, precisión). Esta cuestión vuelve a entrar dentro del ámbito de la disponibilidad táctica cuando ésta responde a un plan de acción consciente o parcialmente consciente en base al nivel deportivo que se tome como referencia. Un adulto experto respecto de un principiante, tratará de resolver ciertos problemas con mayor rapidez de decisión según esquemas automatizados, filtrando las señales más pertinentes. El niño, a su vez, los resuelve con relativa lentitud, puesto que tiende a tratar en la situación tanto la información relevante como la que no lo es tanto, a través de procedimientos en serie en vez de en paralelo, es decir, una después de la otra.

Por lo tanto, las habilidades tácticas constituyen un proceso mental, y en la práctica, las encontramos en casos como éstos: cuando un jugador remata al arco con precisión en vez de con fuerza; cuando efectúa un pase a la zona libre en vez de directamente a otro jugador; si durante la conducción de la pelota reduce voluntariamente el ritmo con la intención de realizar un pase desmarcante; o en la ejecución de recepción, cuando lo hace ir a la derecha en vez de hacia la izquierda.

En la práctica, las habilidades tácticas se encuentran presentes en todas las situaciones de juego, puesto que el jugador durante el partido deberá responder, inevitablemente, a eventuales problemas de juego con las correspondientes adaptaciones técnicas.

Estos requisitos del patrimonio técnico individual deben encontrarse disponibles con relativa rapidez para que el alumno pueda utilizarlos. Esto será posible si el aprendizaje técnico va a basarse principalmente en propuestas didácticas que aseguren la variabilidad característica del entorno de juego, creando presupuestos de adaptación técnica flexibles a las exigencias que Meinel define como “disponibilidad variable de las técnicas” (1984ª, pág. 57).

En resumen, conseguiremos “variabilidad en la ejecución de una habilidad en función de la variabilidad de las características de la situación” (Roth en Schock, 1985). En consecuencia, en un programa de estructuración de las habilidades técnicas deberán contemplarse estadios de formación que presenten los siguientes presupuestos:

  • Variación de la habilidad.
  • Adaptación de las habilidades (responder a situaciones conocidas).
  • Transfer de las habilidades (responder a situaciones desconocidas).
  • Formación creativa de las habilidades (responder con soluciones nuevas).

Las capacidades tácticas:

Por capacidad táctico-deportiva se entiende la facultad de un jugador para hacer uso de sus capacidades psíquicas y físicas, sus habilidades técnicas y tácticas, etc., según las condiciones de la competición, para resolver tareas tácticas individuales y colectivas (Harre en Schock, 1985). Con esto se entiende la disponibilidad de un jugador en la elección de una solución y no otra. Por ejemplo: rematar al arco en vez de darle un pase a un compañero; gambetear en vez de pasar; pasar la pelota a un compañero en vez de a otro; ganar tiempo en vez de intentar recuperar inmediatamente la pelota; etc.

Por tanto, a nivel de toma de decisiones y sobre la base de un análisis selectivo del juego, el jugador elige una solución táctica que, a su vez, llevará a la práctica con las características de ejecución precisas (ef. Las habilidades tácticas, pág. 53).

El desarrollo de las capacidades tácticas está condicionado además de por aptitudes naturales, por la calidad de las experiencias motoras efectivas que se han tenido y estará, por lo tanto, relacionado con una mejor función de:

  • Las capacidades perceptivas, entendidas como agudeza sensorial,amplitud y dirección de la mirada, identificación de “cues” (señales informativas más ocultas), etc.
  • Procesos intelectivos de carácter asociativo, reproductivo y productivo (integración con experiencias anteriores, imitación y creación de ulteriores soluciones).
  • Modelos de probabilidad subjetivos (anticipación).
  • Estrategias para mantener la atención flexibles (amplias, restringidas, etc.).

Para finalizar haremos una recapitulación:

Conocimientos Tácticos: requisitos teóricos previos, esquemas, reglas tácticas, etc.

Habilidades Tácticas: expresiones variables de una técnica en función de las circunstancias de juego.

Capacidades Tácticas: elección entre otras soluciones técnicas posibles.

Situémoslas en un contexto de juego como éste:

Un jugador en relación con su papel, con las necesidades operativas impuestas por su entrenador, con los goles y con el tiempo de juego (conocimientos tácticos), se encuentra en una situación de ataque lateral en superioridad numérica (situación: 2 contra 1). Encontrándose a pocos minutos del final del partido en situación de desventaja (su equipo está perdiendo), apuesta por la solución más arriesgada: gambetear anticipándose al remate sucesivo (capacidades tácticas). El remate, que se llevará a cabo al adelantarse el arquero, será efectuado simulando una ejecución de potencia, para realizar posteriormente un toque suave tratando de superarlo (habilidad táctica).

Bibliografía Consultada:

Stefano d’ Ottavio, 1999; “El rendimiento del joven futbolista”. Barcelona, Editorial Paidotribo.

Grupo Ekipo.

“El rendimiento del joven futbolista 01

“El rendimiento del joven futbolista 02

“El rendimiento del joven futbolista 03

“El rendimiento del joven futbolista 04

“El rendimiento del joven futbolista 05

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