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Método Iterativo

Este método, novedoso en cuanto a su desarrollo teórico, aunque algunos profesionales ya lo han venido aplicando en la practica, esta propuesta por Sole (2003), el autor afirma que es un método de aplicación exclusiva para los deportes de equipo, y se fundamenta en la teoría del esquema  motor de Schmidt (1975), citado por Sole (2003), según la cual, el aprendizaje se debe a la adquisición de esquemas, reglas o formulas de acción y no a la adquisición de respuestas especificas. En consecuencia  algunos autores como Ruiz Pérez (Ruiz Pérez 1995, 1998), han formulado la hipótesis de variabilidad en la práctica. Lo que plantean los estudios de schmidt, es variar sistemáticamente las situaciones de practicas y de ejecución en cuanto a las condiciones en que se realiza, nosotros entendemos que esta variabilidad se podrá aplicar a las distintas estructuras del sujeto, bien sea de aspectos condicionales (Fuerza, Velocidad, Resistencia), coordinativos (tipos de gestos, amplitud, trayectoria del balón, etc), y entendemos que también de otras estructuras presentes en las condiciones de ejecución, como son las socio-afectivas (situaciones de colaboración o de oposición, etc), las emotivo-volitivas e incluso las creativo-expresivas.

Esta variabilidad favorecería la adaptabilidad del sujeto, así  como la elaboración de reglas de acción y la reestructuración constante del esquema corporal (Ruiz Pérez, 1994, 1995).

En el tema que nos ocupa de la resistencia del jugador de fútbol, sabemos a partir de los diferentes estudios, que las acciones que realiza el jugador, incluyen desplazamientos de máxima intensidad de duraciones  variables (pocos segundos), otros de submaximos (duraciones ligeramente mayores) y otros de media-baja intensidad, intercalados con pausas también variable, parado o caminando. En el método iterativo se tratara de reproducir estas secuencias, tal y como aparece en el juego. En definitiva tal y como explica Sole (2003), se tratara de presentar de forma aleatoria los componentes de los métodos fraccionados, en cuanto a la duración, la intensidad, la recuperación, etc.

En nuestra opinión, esta forma de entrenamiento se presenta de forma “pura” en los diferentes juegos de fútbol, y por supuesto en los partidos de entrenamiento, en los que se modifique alguna variable para incidir en algún aspecto concreto, estaríamos hablando entonces del método de competición. La condición imprescindible sera que los sujetos estén lo suficientemente implicados, motivados, para que estén presentes los esfuerzos de alta intensidad y respondan adecuadamente a las respuestas del juego. No obstante, nos parece interesante mencionar el método empírico de esfuerzos intercalados específicos que se dan en el fútbol, citado por Grosgeorge (1990), citado por Masach (2004), a partir de la síntesis de diferentes estudios; recogido en la tabla siguiente:

Modelo empírico de esfuerzos intercalados específicos en el fútbol

5”

De 15 a 30 mts. De sprint

12”-15”

50 mts en carrera

20”

20 mts. andando

Grosgeorge (1990), citado por Masach (2004

Este modelo nos da simplemente una idea de la magnitud y duración de los diferentes tipos de esfuerzos y puede servir de punto de referencia para la aplicación de la variabilidad a las tareas de entrenamiento que diseñemos, a falta de un conocimiento individualizado de los jugadores de nuestro equipo.

En cuanto a la orientación de este método de entrenamiento, lógicamente, en la medida que predominen los esfuerzos de alta intensidad y recuperaciones breves, estaremos próximos al trabajo para la mejora de la potencia aeróbica o incluso de la capacidad anaerobia láctica. En el caso de utilizar esfuerzos de intensidad submaxima y de recuperaciones igualmente reducidas, la orientación metabólica seria otra, próximo a la potencia o incluso capacidad aeróbica y en el caso de ser intensidades máximas y recuperaciones prolongadas, estaríamos próximos a la capacidad anaeróbica alactica. En todo caso entendemos que dada la aleatoriedad de las secuencias de esfuerzos / pausas, la participación de las diferentes vías metabólicas seria mixta.

En nuestra opinión, esta aleatoriedad, no debería ser fruto de un programa de ejecución de la tarea previamente diseñada (situación cerrada), sino consecuencia de las respuestas del sujeto a la situación creada de entrenamiento, con elementos preceptivos y tomas de decisión, como contenido táctico, y por supuesto elementos de ejecución propios del fútbol y adecuados a lo que exija la situación para resolverla con eficacia (situación mas o menos abierta), pongamos un ejemplo (cuadro):

Ejemplos del método iterativo, en el que se incorporan elementos preceptivos y de toma de decisión

5” de carrera submaxima

5” control de balón y pase a un “compañero” en movimiento

5” acciones cortas de izquierda a derecha

5” acción corta izquierda o derecha según la colocación de un “adversario” (desmarque)

20” carrera suave

Desplazamiento en “apoyo” del “compañero” durante el tiempo que este tarda en realizar sus acciones técnicas

10” conducción de balón entre picas y pase

Control orientado del balón enviado por el compañero, conducción rápida hacia el “defensor”y pared con el “compañero”

3” sprint para tiro a portería

Sprint para remate a portería. En caso de ser gol, recuperación con carrera suave al punto de inicio, si no es gol, sprint de 20 m hacia atrás (repliegue defensivo)

La función de compañeros o adversarios, la realización los entrenadores ayudantes o bien entre los propios jugadores del equipo.

Como se ve en el segundo caso el sujeto debe actuar según la variabilidad de la situación. Las posibilidades de aleatoriedad son extraordinariamente amplias así como las de adaptar las acciones individualmente, tanto a las características físicas como a las diferentes demarcaciones y funciones del jugador en la competición, estando especialmente indicadas las ejecuciones en parejas o tríos, donde cada sujeto ejecuta según las acciones del/de los compañero/s y adversario/s.
Tras lo visto hasta ahora por los diferentes autores mencionados, se observa que a la hora de trasladar los métodos recogidos en la teoría general del entrenamiento deportivo, se intenta aproximarlos a la realidad del juego en competición. Desde nuestro punto de vista todavía se pueden acercar mas, fundamentalmente incorporando otras estructuras del sujeto que como sabemos están presentes en cada acción de este, que son inseparables y que se influyen mutuamente, como son las estructuras cognitivas y coordinativas, sin olvidar las que ya mencionadas (Seriu’lo 1996), socio-afectiva, emotivo-volitiva y creativo-expresiva, u otras que se pueden incorporar, a menudo son igualmente importantes, condicionando el rendimiento del futbolista. En este sentido nos parece un gran paso adelante las aportaciones de Massafret, el cual recoge las tres estructuras básicas (coordinativa, cognitiva y condicional), sin olvidar en mencionar las otras mencionadas, aunque hasta que se desarrolle mas su conocimiento y aplicación al entrenamiento en el fútbol, tan solo mencionaremos algunas sugerencias para su incorporación al diseño de los entrenamientos de resistencia.

Los métodos, según nuestro punto de vista y basándonos en la definición aportada por García Verdugo (2003), el cual lo define como: “conjunto de operaciones ordenadas con las que se pretende un objetivo”, no deben ser considerados como algo cerrado. Rígido. Como formulas inalterables para la consecución de un objetivo.

Mas bien los entendemos como referencias a seguir, de tal modo que, por ejemplo, mediante un trabajo de tipo continuo y con intensidad moderada y larga duración, tenderemos a unas adaptaciones de un tipo concreto, diferentes de sí utilizamos otro tipo de esfuerzo intervalico. Pero no debemos olvidar que dichas adaptaciones no marcaran el rendimiento del sujeto únicamente, sino que en la medida que hayan mejorado las otras estructuras, probablemente habremos contribuido a que el sujeta pueda (potencialmente) rendir a un nivel más alto en competición.

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