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Pliometría

Para su presentación es necesario hacer una breve reseña sobre el desarrollo de este método de entrenamiento, el cual comienza a ser observado a través de su utilización (en forma empírica) y posterior resultado, que obtiene Valery Brummel (saltador soviético) quien alcanza el record de salto en alto, por la década del 60, lo que provoca un marcado interés en los fenómenos de la saltabilidad y como consecuencia sobre la fuerza explosiva.
Zatsiorski, utiliza por primera vez el vocablo “pliométrico”, lo que intentaba expresar, el alto grado de tensión desarrollado por un grupo muscular.
Ya en la década posterior se comienza a profundizar su aplicación y los efectos fisiológicos que provoca. Para entender mejor su denominación, Sergio Zanon la describe como la tensión alcanzada por los músculos que trabajan de esta forma medida externamente (metría), es mayor (plio) que la tensión lograda por cualquier otro procedimiento (isométrico, isotónico o auxotónico).
Para graficar aún más el gesto del salto y comprender el alcance de este tipo de actividad, otro autor, Margaria, expresa, que la longitud inicial del músculo no es el único factor que determina la tensión que el mismo es capaz de desarrollar, esta tensión depende, también, de la actividad previa de dicho músculo.
Podemos entender como síntesis, que una contracción concéntrica, produce más fuerza y potencia muscular, cuando es precedida por una contracción excéntrica.
Siguiendo con su descripción, pliometría, representa y se denomina así, al salto en profundidad, que se realiza desde una altura determinada (para su aplicación, veremos, la altura óptima), con un rebote posterior, aunque puede estar presente en otros tipos de movimientos. En su aplicación y para nuestro interés, los ejercicios pliométricos están diseñados para mejorar la capacidad reactiva y la fuerza explosiva de los músculos.
Lo más importante, es que el entrenamiento de la capacidad de salto , permite, el mejoramiento de la relación entre fuerza máxima y la fuerza explosiva, buscando de generar la mayor fuerza posible, en el más corto tiempo.
Por lo tanto el entrenamiento pliométrico, constituye una actividad sumamente exigente para el S.N.C., para la célula muscular, para el aparato de sostén y para el metabolismo de fosfágenos, lo que hace necesario contemplar aspectos fisiológicos, procesos de adaptación y la instrumentación de una metodología de Trabajo adecuada.

 

Aspectos fisiológicos

El músculo, es una estructura altamente especializada, formada por sustancias orgánicas, que utiliza energía almacenada químicamente y que realiza un trabajo mecánico mediante su contracción.

Según H. Milner – Brown, cuando los músculos se contraen en forma vigorosa y rápida (lo que actualmente denominamos, ejercicios integrados), se pone en marcha un mecanismo suplementario de fuerza, en estas condiciones, se produce una sincronización de las unidades motoras activadas, involucrando los distintos tipos de fibras musculares, teniendo en cuenta que como todos sabemos, que cuando el umbral de intensidad es bajo, sólo se activan las fibras de contracción lenta.

En los movimientos balísticos (concéntricos), además del ciclo excitación – contracción, se acelera cuando existe una activación repetida con intervalos que van de los 4 a 15 milisegundos, lo que se debería a una liberación más rápida del Ca++ intracelular.
Otro rasgo importante en cuanto a las adaptaciones, es que este tipo de entrenamientos a nivel del sistema nervioso central, facilita la formación de cadenas sinápticas en los niveles superiores e inferiores del mismo, en consecuencia, sus efectos serán diferentes según se utilicen movimientos lentos o rápidos.

La explicación, al aumento de la eficacia mecánica de la contracción concéntrica precedida de una elongación muscular, además de la utilización de la energía elástica acumulada, al lograr un determinado grado de elongación, la información aferente suministrada por el huso neuromuscular, desencadena el reflejo de estiramiento que potencia la contracción muscular siguiente, incrementando el número de unidades motoras activadas.

Metodología de trabajo

El objetivo de los saltos es transportar el centro de gravedad del cuerpo, más alto o más lejos, desde el punto de vista mecánico esto implica, la necesidad de vencer todas las resistencias externas mediante un trabajo de gran magnitud, aprovechando al máximo las energías disponibles.

Desde el punto de vista de la física, el salto es la consecuencia de la aplicación sobre el centro de gravedad del cuerpo, de una fuerza que a su vez, es el producto de la masa por la aceleración, a lo que se puede agregar, que la cantidad de movimiento impresa a un cuerpo por una fuerza, es igual al impulso de esa misma fuerza.
Por lo tanto, para aumentar la capacidad de salto, habrá que aumentar la fuerza y la velocidad de movimiento de los segmentos impulsores de la gravedad.

La intensidad de la carga (altura de los saltos), y el volumen de la misma (número de series y repeticiones)
El entrenamiento de la saltabilidad debe estar ligado a la coordinación neuro-motríz, propia de los gestos del deporte para el que estamos trabajando.

En cuanto a su administración, las características témporo-espaciales y la intensidad y duración de los movimientos realizados durante el entrenamiento, además de las modificaciones estructurales de la fibra muscular en relación con ese movimiento, estructuran patrones neuro-musculares y producen modificaciones metabólicas específicas.

Las relaciones entre almacenamiento y utilización de la energía elástica, reflejo de estiramiento, y actividad de los órganos tendinosos de Golghi, determinan tres variables que condicionan el trabajo de fuerza en base a: ciclos de estiramiento-acortamiento ( CEA ), la carga de estiramiento, la amplitud de movimiento y el tiempo de transición (aspecto más importante relacionado a la instantaneidad, medida en milésimas de seg., valor que determina junto a la altura alcanzada y a los registros individuales de deportistas, los niveles de fatiga en la administración de la carga, altura, repeticiones y series).

Para ampliar el concepto, los factores determinantes de las cargas, además de los mencionados, son el peso del deportista y la altura de caída, en función a lo que se expresaba en la parte introductoria, y determinar la altura óptima, el deportista debe realizar una serie de saltos desde diferentes alturas (20 a 100 cm.); y a partir de los registros que indiquen que aquella altura de caída desde la cual se consigue el mayor desplazamiento de su centro de gravedad, logra la carga de estiramiento óptima.

Como componentes de la administración y ejecución de los trabajos pliométricos, los pasos que comprende este entrenamiento son, prioritariamente tener asimilado un trabajo previo de resistencia fuerza, el cual debe ser seguido de la base de la pliometría que constituyen los multisaltos (pliometría plana), para considerar en forma conjunta a este desarrollo de trabajos previos, entrenadores de nivel internacional, sostienen que un atleta debe ser capaz de levantar en sentadilla el doble de su peso corporal antes de llevar a la práctica los ejercicios pliométricos, si ante estas referencias, debemos interpretar y adaptar este tipo de trabajo a Fútbol, es necesario considerar otras variables en función de la población que tengamos a cargo, como ser nivel de maduración, historia deportiva (horas de entrenamiento acumuladas), trabajos de sobrecarga realizados, nivel de desarrollo muscular, adaptaciones a los estímulos intensos. Sumado a toda estas consideraciones, un aspecto saliente y favorable que posee el futbolista, es su capacidad coordinativa, lo que hace posible, la administración de los trabajos integrados y obtener logros y desarrollos favorables con esta metodología, teniendo en cuenta que la utilización y administración de los estímulos son los aspectos donde se debe tener mayor precisión, por ejemplo, lo que mayormente se busca, es una mayor capacidad de aceleración y mejor impulsión, si sobre estas cualidades, utilizamos una coherente administración de cargas (medias), de pocas repeticiones (series de 4 -5 rep.), estimulando la fuerza potencia (compatibilizando con el trabajo de sobrecarga), y posteriromente alcanzar valores que desarrollen la resistencia potencia ( aumento del nº de series.), de esta manera, administrando sobretodo en períodos competitivos con ejercicios de pliometría media y plana, obtenemos beneficios, tanto en el desarrollo de las capacidades, como también en las prestaciones que demanda los tipos de esfuerzos que requiere el deporte.

En cuanto a los volúmenes de trabajo siempre son bajos, dado que fisiológicamente estimulan el sistema energético anaeróbico aláctico.

Las intensidades son máximas o inmediatamente submáximas, basandose en gestos explosivos, de reclutamiento masivo de de energía fosfágena.

Como sugerencias en la práctica, es necesario asegurar una correcta entrada en calor y en lo posible una carga técnico-coordinativa previa al trabajo pliométrico.

Las superficies de caída deben estar especialmente previstas, el césped natural es siempre bueno, o lo pueden reemplazar superficies parcialmente blandas, como las colchonetas, pero no de textura blanda, sino de una densidad elevada.

Como recomendación, se deben tomar precauciones, considerando todos los aspectos mencionados que hacen a esta actividad, de manera de prevenir las posibilidades de lesiones, debido al rigor que significa este tipo de entrenamiento, que por un lado nos permite alcanzar un desarrollo rápido y cuantificable, pero hay que tener en cuenta que el nivel de stress muscular que presenta, requiere además procesos de recuperación más prolongados que otros tipos de estímulos, y fundamentalmente relacionado esto a las funciones y reparaciones plásticas de la estructura muscular.

Prof. Carlos Vignales

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