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Lesiones Musculares (parte 1)

Las Lesiones Musculares representan entre 10 y 55% de las lesiones deportivas1-2-3 . En un estudio en nuestra ciudad, los desgarros musculares y las contusiones ocuparon el 19% y el 5% respectivamente del total de casos estudiados4 .
En una gran cantidad de deportes, la mayor exigencia desde el punto de vista biomecánico la sufre la musculatura del miembro inferior con la cual el deportista debe no solo desplazarse, sino que además -como es el caso del fútbol- debe dominar el elemento de juego. Tenemos entonces acciones tales como trotar, correr, acelerar, frenar, saltar, cambiar la dirección de carrera, patear, etc.; y toda una gama de movimientos explosivos en los que la musculatura puede sufrir diferentes tipos de agresiones si no está en condiciones para soportarlos.
En el presente trabajo nos centraremos a establecer las características principales de cada una de las posibles lesiones musculares, su patogenia, las manifestaciones clínicas que producen y nuestra forma de tratamiento para las mismas.

 

Puntos principales que se incluyen en el artículo:

Incidencia de las lesiones musculares.
Factores de riesgo.
Mecanismos de producción.
Evaluación clínica y sintomatologia.

La intensidad con la que se desarrollan las actividades está en estrecha relación con el nivel competitivo en el que se encuentra el deportista; y por ende, el grado de exigencia a la que se someten éstas estructuras, también. Así en los deportes en los cuales se necesita poner en juego una gran cantidad de masa muscular como en los que se corre el riesgo del contacto físico, la incidencia de este tipo de lesiones estará rondando los porcentajes más elevados.
Durante la actividad física, el sistema músculo-esquelético se ve constantemente solicitado y a la vez agredido. En el caso del fútbol, la musculatura se ve expuesta tanto a fuerzas de compresión como de distracción las cuales pueden afectar a su integridad histológica.
Factores como las características genéticas fibrilares de la estructura muscular del deportista, la edad, el sexo, el grado de entrenamiento, el acortamiento o flexibilidad muscular, la fuerza y hasta el estado metabólico del tejido muscular y/o anímico del atleta serán elementos predisponentes para la producción de las lesiones musculares.

Clasificación de las Lesiones Musculares

Habitualmente, las patologías, deportivas o no, suelen clasificarse de acuerdo con la gravedad con que se presenten. En este caso podríamos enumerarlas como: Leves (contracturas); Moderadas (distensiones, tendinitis); y Graves (desgarros, rupturas tendinosas). Esta clasificación está solamente basada en las diferencias de tratamiento; ya que si bien los mecanismos de lesión son similares, el cuidado y el tiempo de recuperación que necesita cada una de ellas varían de una a la otra.
En relación con la entidad patológica que generan, la clasificación que preferimos es la siguiente:
Lesiones sin daño histológico
a) Contusiones;
b) Contracturas;

Lesiones con daño histológico
c) Rupturas micro-fibrilares o Distensiones;
d) Rupturas totales o Desgarros.

dejando en claro que las contusiones, de acuerdo con la magnitud del traumatismo, puede o no generar daño en el tejido muscular.

A. Contusión

Normalmente suele ser menospreciada por el deportista y el equipo médico. En los deportes de contacto como el Fútbol el riesgo del choque entre los contrincantes suele ser muy alto. El tipo de contusión más común se da como consecuencia del impacto de la rodilla de un deportista sobre la cara anterior o lateral del muslo de otro.
La ubicación del daño se dará en relación con la actividad muscular al momento del traumatismo. Cuando el músculo se halla relajado, las contusiones directas suelen dañar fibras mas profundas debido a la transmisión del impacto por el componente líquido del tejido muscular, comprimiendo así los fascículos musculares adyacentes al hueso, los cuales se verán dañados por dicha compresión5 .

Si el músculo se encuentra en contracción durante el traumatismo, la afección se ubicará más superficialmente
Este mecanismo de lesión puede ocasionar tanto un espasmo muscular localizado (contractura) en los casos mas leves, como un hematoma de ubicación variable el cual producirá dolor tanto a la palpación como en lo funcional. Es preciso favorecer el inmediato drenaje del mismo si no se quiere llegar a su complicación más común: la calcificación.
Es de suma importancia el diagnostico y tratamiento inmediato mediante hielo y vendaje compresivo. Los casos más simples suelen evolucionar sin problemas en las primeras 48 a 72hs

 

B. Contracturas

Se trata de un estado de tensión refleja generado por el sistema Gamma (hipertono gamma) y mantenido en forma constante en un grupo de fibras musculares. También se lo atribuye a un aumento de la permeabilidad de la membrana celular lo que desencadena una alteración en el equilibrio hídrico de la célula desencadenando un proceso inflamatorio focal.
Si bien ambas teorías son válidas y están bien fundamentadas, la aparición de cada una de ellas dependerá, en parte, del mecanismo al que se vea sometida la musculatura afectada.

La aparición de una contractura puede deberse a trastornos:
Metabólicos, por acumulo de desechos metabólicos tales como el ácido láctico.
Traumáticos, ante un traumatismo directo sobre el vientre muscular que desencadena un espasmo de protección (vease contusión).
Mecánicos, como consecuencia de micro-traumatismos reiterados o de una contracción excéntrica excesiva.
En cualquiera de los casos el paciente va a referir que el músculo “se agarró”.
Clínicamente se manifestará con dolor a la palpación y limitación leve al estiramiento que cede progresivamente si este es sostenido. El dolor a la contracción dependerá del grado de contractura.
Suelen evolucionar sin mayores complicaciones entre 5 y 7 días.

C. Rupturas Micro-fibrilares

Más conocidas de manera popular como Distensiones Musculares. En este caso aparece un estiramiento de la estructura fibrilar con posibilidad de aparición de micro-rupturas de la fibra, lo que le daría su nombre.
Es característica la sensación de “pinchazo” al momento de su producción generándose paralelamente en la zona una contractura antálgica refleja, lo que muchas veces dificultará un diagnóstico preciso. Al igual que en el caso anterior se encontrará dolor a la palpación y al estiramiento muscular, fundamentalmente si este es activo. La contracción voluntaria máxima suele ser dolorosa, pero al igual que en el caso anterior está supeditada al tamaño de la distensión.
Los mecanismos de producción son los mismos que para las contracturas pero de mayor intensidad (quedan exceptuados los trastornos metabólicos como causa primaria de la distensión, pero es preciso tener en cuenta que una contractura puede evolucionar a éste estadío).
Las distensiones se producen frecuentemente en músculos bi-articulares como consecuencia de una descoordinación del sistema neuromuscular6 , sobre todo si el deportista esta fatigado.
Pueden aparecer también como consecuencia de un gesto explosivo (sprint) o ante limitaciones importantes de la flexibilidad
El tiempo de recuperación en los casos más leves oscila entre los 10 y 20días.

D. Ruptura o Desgarro Muscular

En este caso se trata de una lesión muscular grave con solución de continuidad del tejido muscular.
También poseen origen mecánico y/o traumático pero el mecanismo es mucho más brusco provocando una imposibilidad funcional aún mayor que en las formas anteriores y con una aparición inmediata de la sintomatología.
La clínica es inequívoca. La sintomatología es tan exquisita en el punto de la ruptura que muchas veces el mismo deportista es consciente que se desgarró.
El dolor no sólo aparece en contracciones leves; también es causa de una rápida limitación al estiramiento muscular pasivo (el activo es imposible en muchos casos.). A la palpación puede ser posible percibir en profundidad el hiato producido por la ruptura, el cual puede ser visible en desgarros superficiales. La palpación y/o visión del hiato por lo general se da solamente en las primeras 24hs ya que pasado ese período el edema resultante produce la ocupación de la zona ocultándolo.

Como consecuencia de la lesión se produce un sangrado interno determinando un hematoma de tamaño variable y en relación con el área lesionada. El sangrado puede drenar hacia los planos musculares adyacentes ubicándose en forma diseminada; o alojarse dentro de un fascículo muscular quedando contenido por el tejido conectivo que lo circunda -epimisio-. En el primero de los casos se habrá establecido un hematoma intermuscular con un pronóstico siempre más favorable, dado que permite el drenado de los desechos por entre el tejido intersticial donde se facilita la reabsorción del mismo a cargo del sistema linfático.

En el segundo caso, el hematoma intramuscular, puede resultar una complicación para el tratamiento de la lesión ya que por el hecho de estar encapsulado hace más difícil su reabsorción.Si el hematoma queda contenido, siempre está el riesgo de que se organice y luego se calcifique. Una vez producida la calcificación del hematoma, la funcionalidad se verá afectada como consecuencia de la ocupación y la adherencia en tejido muscular de un cuerpo extraño. El grado de dolor y la imposibilidad funcional quedará determinado por el tamaño de la masa calcificada. El diagnóstico definitivo se llevará a cabo por estudios complementarios (Rx, ECG, TAC, RMN). En los casos más graves, la cirugía de extirpación de la masa ocupante será la indicación por excelencia.
De reabsorberse normalmente el hematoma el tejido lesionado cicatrizará por medió de una cicatriz fibrosa en aproximadamente 25-30 días.
En los desgarros de gran tamaño se considerará la sutura quirúrgica del hiato para evitar grandes zonas fibróticas y favorecer una más pronta recuperación, evolucionando en un menor tiempo.
Es de suma importancia respetar los tiempos necesarios para la recuperación de cada una de las lesiones. De no hacerlo, la posibilidad de una recidiva o de una complicación mayor siempre estará presente.

La prevención y el tratamiento de estas patologías se desarrollarán en la próxima entrega.

 

 

1 Franke.K. Injuries and failures of tendons and muscles. Traumatologie des Sports. 46-70. 1980
2 Zarins, B & Ciullo, J. Acute muscle and tendón ijuries in athletes. Clin. Sports Med. 2, 167-82. 1983
3 Sandelin, J. Acute sports injuries. A cliniical d epidemiological study. Thesis. University of Helsinski, Finland. 1988
4 Aragüez-Persig-Zuljvich-de San Martín. Incidencia de las lesiones deportivas en la ciudad de Rosario. Tesis. Universidad Abierta Interamericana. 2002
5 Benazzo & cols. Current thinking on the pathogenesis, progression and treatment of muscle hematomas in athletes. Ital. J. Sports Traumatol. 11. 273-304. 1989.
6 Renström, P. Muscle injuries in sports. Sports Medicine in Track and field athletics. P 17-28. Proceedings of the First IAAF Medical Congress, Espoo, Finland. 1983.

 

Autor: Lic. Sergio Gabriel de San Martín
Kinesiología y Fisiatría – MP N° 261
Prof. Nac. De Educ. Física
Cátedras de Kinesiología Deportiva,
Fisioterapia I y II – UAI. Sede Rosario.
CRED SRL. Centro de Rehabilitaciones
Especiales y Deportivas – Rosario.
Integrante del Cuerpo Médico
del Club Tiro Federal – Rosario.

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