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Planificación En El Fútbol

Resumen.
A lo largo de la historia de los sistemas modernos de planificación, encontramos tres grandes modelos: Los de cargas Regulares (el aumento progresivo conjunto y lento tradicional de las cargas), Acentuadas (con una diferencia más marcada entre los momentos de incremento de las distintas cualidades a estimular, por lo general con alternancia contraria de intensidad entre ellas) y las Concentradas (sistemas avanzados con bloques de máxima exigencia en una cualidad, seguidos de períodos supercompensatorios bien marcados de la misma; pasando a un máximo estímulo de otra). Por otra parte, dichos sistemas en su mayoría fueron creados y probados largamente en deportes individuales de tiempo y marca (atletismo, pesas, natación, etc.), por esto: ¿Cuáles son sus reales posibilidades dentro del fútbol? Los distintos sub – sistemas que co – existen en estos modelos, el nivel deportivo necesario para su efecto óptimo, las formas de construcción y utilización, y sus posibilidades de aplicación en relación al ámbito del balompié serán el tema principal de discusión y análisis.

Modelos de Planificación del Entrenamiento:
La prioridad del entrenamiento en los distintos niveles se extiende de mayor tiempo a menor tiempo en los modelos de cargas continuas a cargas concentradas en un ciclo de entrenamiento. En la siguiente figura puede observarse como la distribución de los niveles de entrenamiento será diferente en función del modelo de planificación que se utilice: En los modelos de cargas regulares, los contenidos de entrenamiento se distribuyen a lo largo de la mayor parte del ciclo de preparación, si bien se establece una intervención preferente de los contenidos del entrenamiento con la secuencia ya explicada de nivel básico-específico-competitivo.

 

 

En los modelos de planificación del entrenamiento con cargas acentuadas, la magnitud de la carga de los contenidos de entrenamiento será mayor en una duración más reducida de prioridad en el entrenamiento de los contenidos propios de cada nivel. Por último, en los modelos con cargas concentradas, las magnitudes de carga de cada nivel se llevan próximo a los límites de posibilidades de cada deportista; lo que obliga a que la duración del entrenamiento para cada nivel se reduzca aún más que en el caso anterior.

A continuación profundizaremos un poco más en el modo de aplicación de éstos distintos tipos trabajos.

Tipos de Periodización.
La proliferación en Occidente de libros sobre la periodización a tendido a crear la incorrecta impresión de que sólo existe un modelo de periodización, que suele ser el de cargas regulares, es decir un programa que aumenta la intensidad del entrenamiento y disminuye el volumen poco a poco a medida que avanza el año (Matveyev, 1964). El objetivo de esta caso es alcanzar una intensidad máxima poco antes de las principales competiciones de la temporada. Es importante darse cuenta de que este tipo de modelo puede ser apropiado para algunos deportes y deportistas concierto nivel y maestría técnica (que es en dónde fue probado inicialmente), si bien no es el único programa de periodización ni el más aplicable en todas las situaciones. Son varios los planes de periodización que se usan en la práctica, cada uno de los cuales tiene sus propias variaciones según el deporte del que se trate y de los niveles de capacidad de los deportistas.

1) Cargas Regulares: Sea aplican a lo largo de toda la temporada con mayor o menor énfasis en función de las características de las etapas o períodos de entrenamiento. Coinciden con la aplicación de otras cargas de diferente orientación. El rendimiento puede verse afectado por la interacción entre los distintos tipos de cargas. Este mejora gradualmente hasta un cierto punto dónde la continuidad en la aplicación de las mismas puede afectar negativamente el rendimiento.

Se suelen emplear en mayor medida en deportistas jóvenes y en deportes de resistencia de larga duración dónde las capacidades determinantes del rendimiento son pocas y están estrechamente relacionadas. Verkhoshansky caracteriza este modelo como de curva de variaciones suaves en la carga en fases definidas (Matveyev, 1977; Ozolin, 1970; Sholikh, 1966). Las investigaciones muestran que el volumen de carga durante la fase de competición debe ser un 10 – 15% inferior que la carga máxima alcanzada durante la fase preparatoria, tal y como se ve en la figura 4.
A continuación se expondrá caracteres generales más detallados para llevar a cabo un sistema periodización con cargas regulares:

Formas de Entrenamiento con cargas regulares.
Caracterización de los Ejercicios como Medios Fundamentales del entrenamiento deportivo:
A los ejercicios que utilizaremos en nuestra preparación podremos dividirlos según Matveyev en tres grupos: Competitivos (fundamentales), de Preparación Especial y Preparación General.
Competitivos: Son acciones motoras completas o conjuntos de acciones motoras que constituyen el objeto de la especialización deportiva en plena correspondencia con las condiciones de las competiciones del deporte que se trate. Este concepto es equivalente al concepto de clase de deporte. Para esta fase me “reservaré” los ejercicios y transferencias más específicas que tengan relación con las acciones propias de la competencia.
De Preparación Especial: Éstos no son equivalentes al deporte de que se trate, ya que en tal caso no tendría sentido emplearlos. Esos ejercicios son creados y elegidos para que ejerzan una influencia más orientada y diferenciada en el desarrollo de las cualidades y hábitos que le son necesarios al deportista. Por ejemplo, al ejecutar los ejercicios de preparación especial de tipo Envión o Arranque con la barra, el deportista puede superar una carga mayor que en los movimientos clásicos y crear con ellos condiciones para influir de una manera más eficaz en el desarrollo de las cualidades relativas a la fuerza. Del mismo modo al corredor, al realizar la correspondiente elección de ejercicios de ejercicios de preparación especial específicos de la “carrera”, despliega una mayor velocidad o resistencia que en el proceso de recorrido de la distancia fijada.
De Preparación General: Aquí pueden aplicarse para ese fin los más diversos ejercicios, tanto aquellos que se asemejan a los de preparación especial por las peculiaridades de su influencia, como los que son muy distintos, incluidos los de orientación opuesta. El conjunto de éstos ejercicios es ilimitado desde el punto de vista teórico, sin embargo, en la práctica están limitados por el tiempo, el lugar de las competiciones y otras circunstancias. Al elegir los ejercicios de preparación General, revisten idéntica importancia las siguientes exigencias.
La preparación general del deportista debe comprender los medios que permiten cumplir con eficiencia las tareas de la educación física íntegra. Son necesarios en particular los ejercicios que influyen electivamente en el desarrollo de todas las cualidades físicas fundamentales (fuerza, velocidad, resistencia, flexibilidad y agilidad) y que amplían el conjunto de hábitos y cualidades del deportista. Esos ejercicios deben ser proporcionados por la gimnasia deportiva auxiliar, juegos deportivos y diversos deportes de los calificados como complementarios. Los más empleados al desarrollar la fuerza son los ejercicios con barra y mancuernas básicos y globales tomados del entrenamiento con sobrecarga.

La resistencia general juega un papel fundamental en los deportes que se requiere un prolongado y constante trabajo durante las competiciones (las carreras de fondo en atletismo, en natación, en ciclismo, etc.). Por ello el desarrollo de tal cualidad constituye el aspecto más importante de la preparación física general para esos deportes. Corresponde también un lugar especial al desarrollo de la resistencia de la fuerza con ayuda de los ejercicios cíclicos afines. Los ejercicios de fuerza se caracterizan aquí por una carga relativamente pequeña, pero con el aumento del número de repeticiones y, además, se combinan con ejercicios que requieren velocidad y fuerza máxima, los cuales suelen ejecutarse en una primera parte del período de preparación general con el objeto de indirectamente aumentar la fuerza relativa de resistencia.

La preparación general para los juegos deportivos (fútbol) está saturada de ejercicios variados, que desarrollan de una manera completa las cualidades físicas en combinación con la destreza y los hábitos motores variables. Juntamente con los ejercicios de velocidad y fuerza, se emplean también en igual medida los ejercicios que desarrollan la resistencia en el trabajo de intensidad alterna con importantes elementos de tensiones de fuerza (sobre todo en los luchadores y arte marcialistas), y también los ejercicios que perfeccionan la flexibilidad en forma múltiple.
Asímismo debe tenerse mucho cuidado en no caer en la errónea elección de la especialización, que no responda a las cualidades individuales del deportista; esto puede reducir a la nada los esfuerzos del deportista y entrenador. Sólo se puede llegar a alcanzar elevados resultados deportivos por medio de búsquedas creadoras. Siempre se pueden alcanzar resultados mejores en mayor o menor medida, y el deportista dispone de nuevos procedimientos de aprovechamiento de las posibilidades, de nuevos métodos de entrenamiento.

La continuidad del proceso del entrenamiento deportivo se caracteriza por los siguientes aspectos fundamentales:
• El proceso del entrenamiento transcurre a lo largo del año y durante muchos años seguidos, manteniendo la orientación al perfeccionamiento en el deporte elegido.
• La influencia de cada entrenamiento posterior se materializa en base a las huellas del anterior (efecto residual de la carga).
• El intervalo de descanso entre los entrenamientos se mantiene en los límites que garantizan en la tendencia general el restablecimiento y el posterior incremento de la capacidad de trabajo, con la particularidad que se permite periódicamente la realización la realización de entrenamientos al existir una falta parcial de restablecimiento. Esto quiere decir que el deportista no realiza todos los entrenamientos en condiciones de pleno reestablecimiento y supercomensación. Periódicamente se permite la suma del efecto de unos cuántos entrenamientos en una situación de falta parcial de reestablecimiento. Esto posteriormente da lugar a una fase de restitución ampliada (reducción de la carga), que provocará el tan esperado aumento del rendimiento. De esta manera podemos ver que el entrenamiento deportivo tiene leyes específicas que determinan los resultados de la actividad del entrenador y el deportista. Sólo en base del conocimiento de éstas leyes y su inteligente aplicación, juntamente con los principios generales de la preparación y educación, se puede marchar confiado hacia un alto perfeccionamiento deportivo.

Por ejemplo, podemos decir que los microciclos son la unidad más variable dentro de la estructura del entrenamiento, constituyéndose el proceso como un todo en rígido a largo plazo en cuánto a los objetivos a alcanzar y variable al corto plazo (elección de los distintos medios y métodos de entrenamiento a implementar según las situaciones que se presenten).

Aplicación de los métodos de cargas regulares en el fútbol: Este tipo de método es el más apropiado para realizar trabajos en divisiones inferiores o en deportistas que no cuentan con una importante base física; sin embargo en jugadores con una historia deportiva más larga, por el índice de volumen o intensidad que se debe utilizar sumado al aumento gradual que debe hacerse para seguir consiguiendo adaptación, pueden acarrear un cuadro de sobreentrenamiento.

2) Cargas Acentuadas: Se aplican en espacios más cortos de tiempo, de forma más intensiva y con una secuencia metodológica concreta en la orientación de las cargas. El rendimiento competitivo se eleva tras las adaptaciones sucesivas que se logran en la aplicación de las cargas con distinta orientación. Es importante ajustar las duraciones de las fases de las cargas acentuadas según la orientación del entrenamiento.

Una prolongación excesiva provocaría un agotamiento de las reservas de adaptación del deportista que impedirían el progreso posterior del rendimiento. Por el contrario, un tiempo de trabajo corto limitaría las posibilidades de adaptación del deportista para integrar posteriormente las adaptaciones sucesivas y necesarias para alcanzar el máximo rendimiento deportivo en una especialidad. Se aplican en todo tipo de disciplinas, siempre que el deportista haya alcanzado un cierto nivel de experiencia en el entrenamiento (Verhoshansky en Alarcón, 1999, pág. 40). Dentro de éstas podemos encuadrar algunos sistemas tradicionales soviéticos de acentuación sucesiva:
Alternancia escalonada y brusca de cargas de distinta intensidad (ligera, media y fuerte) a corto y largo plazo: A corto plazo la carga de entrenamiento varía mucho de una sesión a otra durante los ciclos semanal y mensual. Su éxito a sido corroborado por el trabajo de varios investigadores (Yakovlev, 1971; Grokin, 1951; Vorobyev, 1972; Ermakov, 1974), y descripto con mayo detalle en el libro de Vorobyev Manual de Halterofilia (1978).
Distribución equitativa de las cargas de entrenamiento que incluyen el trabajo técnico y de fuerza (Komarova, 1984): Esta forma de carga, aplicada durante las fases preparatoria y de competición se empleó con éxito en la preparación del equipo de atletismo soviético de los juegos olímpicos de 1980 (Bondarchuk, 1976, 1979). En una variante, se aplica un entrenamiento técnico de gran volumen durante la fase preparatoria y, a continuación, un volumen mayor de trabajo de fuerza hacia el final de dicha fase y al comienzo de la fase de competición. El desarrollo de la técnica permite a los deportistas utilizar la fuerza adquirida, razón por la que el entrenamiento técnico es necesario durante la fase preparatoria. Aumentar la fuerza sin una mejora similar en la técnica deportivo específica se considera ineficaz (Verkhoshansky, Siff, 2000 pág. 399-400).
Éstos dos últimos métodos depende de su diferencia de alternancia entre la carga y descarga, pueden ser concentrados o acentuados.
El enfoque pendular de Arosiev (y otros autores): Emplea una alternancia rítmica, uniforme y poco pronunciada de los distintos componentes del entrenamiento; iniciando con volúmenes e intensidades grandes y disminuyendo uniformemente la carga de trabajo (Verkhohansky, Siff, 2000, pág 400) (Platonov, 1993, pág 222).
Macrociclo integrado (Navarro Valdivieso): Agrupa los contenidos y medios de entrenamiento en corto espacio de tiempo con aplicación de éstos en forma de cara acentuada. Esta propuesta surge como interpretación particular (Navarro 1982, 1985, 1987, 1990, 1991, 1993, 1994); por un lado, da la nueva óptica de distribución de carga durante la temporada que propone Tschiene (1984) basada en la experiencia de un elevado volumen de entrenamiento, acompañada por una elevada intensidad durante el ciclo, y por otra, de la teoría de trabajo acentuado (Reiss 1991; Franz y Reiss 1992; Franz y Reiss 1992; Reiss 1992), respetando las dinámicas de carga en cuanto a su carácter general y especial como una unidad interdependiente (periodización tradicional).
Se pretende que el deportista tenga todos los contenidos de entrenamiento que se utilizan a lo largo de la temporada concentrados en períodos más cortos pero suficientes para que se produzcan cambios fisiológicos adaptatativos. La integración de éstos contenidos en períodos entre 6 y 10 semanas ha hecho que se conozca esta estructuración como macrociclo integrado.
Este está compuesto por distintas fases con una orientación funcional determinada. Cada una de las fases comprenden de 1 a 5 microciclos, dependiendo de los tipos de orientación funcional que tenga la fase, y la ubicación temporal del macrociclo integrado temporal con respecto a la competición principal del ciclo de preparación.
En la fase general predomina la atención al volumen, acentuándose el entrenamiento en el desarrollo de las capacidades básicas de la especialidad.
En la fase específica, el énfasis se pone en la intensidad del entrenamiento, dominando el desarrollo de las capacidades específicas de la especialidad.
En la fase de mantenimiento disminuye el volumen y la intensidad del entrenamiento. El objetivo principal es producir la supercompensación del trabajo realizado en las semanas anteriores. Domina el trabajo específico de ritmo competitivo y de velocidad. El resto de los elementos de entrenamiento son tratados con fines exclusivamente de mantenimiento.
Esta estructura se utilizará repetidamente a lo largo de la temporada respetando la orientación de sus contenidos en las diferentes fases y aumentando gradualmente (Alarcón, 1999, pág. 42, 43).

3) Cargas concentradas: Curva de concentración de carga con un énfasis primario en una cualidad física durante algunas semanas de un momento dado (Verkhohansky, 1979). Cada carga concentrada sirve de base a la carga siguiente con un énfasis primario distinto, de tal forma que se produce una adaptación pronunciada a tiempo para participar en las principales competiciones. Este método se destina a los deportistas muy cualificados y hay que prescribirlo con sabiduría para evitar el sobreentrenamiento durante cualquiera de las fases (Verkhoshansky, Siff, 2000, pág. 400).

Se aplican en espacios más cortos, concentrando en mayor medida que en las cargas acentuadas el volumen y la intensidad de trabajo sobre una orientación definida de carga. La secuencia metodológica es muy importante en la aplicación de cargas con diversa orientación. Debido a la fuerte estimulación de las cargas concentradas sobre el organismo, se produce durante su aplicación un descenso de los índices funcionales del deportista; produciéndose de forma retardada el crecimiento de los mismos, que deberán coincidir en su conjunto al final del macrociclo con un aumento significativo del rendimiento competitivo. Si bien se empezó aplicando especialmente en deportes de fuerza explosiva, actualmente se encuentra en modelos para prácticamente todas las disciplinas. Su aplicación debe llevarse a cabo con deportistas de élite y con un alto grado de entrenamiento (Verhohansky en Alarcón, 1999, pág. 40).
Los deportistas altamente capacitados poseen un nivel muy alto de preparación física. Para elevar y mejorar el rendimiento deportivo hay que emplear un entrenamiento duro y relativamente prolongado, para lo cual el entrenamiento complejo no sirve. Éstos deben ejecutar las actividades de la competición con maestría y control preciso. Una carga compleja y extensa, junto con una técnica deportiva perfecta y una preparación física especial, conduce inevitablemente a un estado de cansancio general y deterioro de ese control.
Sea cual fuere el régimen de entrenamiento diseñado, siempre hay que recordar que no es adecuado someter al cuerpo a un agotamiento extremo de sus reservas energéticas, porque requiere de un período de recuperación más largo y ejerce un efecto negativo sobre los subsiguientes estadios de adaptación.
También se ha demostrado que son apropiadas las sesiones de entrenamiento individuales dedicadas únicamente al perfeccionamiento de la técnica. Incluso cuando se emplea gran variedad de medios y regímenes de trabajo y descanso, éstos tipos de sesión de entrenamiento son muy eficaces para mejorar la técnica (Struchkov, 1980; Mironenko, 1981; Petrovsky, 1977 en Verkhoshansky, Siff, pág 443). Sesiones de entrenamiento con un énfasis primario en el desarrollo de una única capacidad motriz (en condiciones que intervienen gran variedad de medios y métodos) ejercen un efecto más profundo en la preparación especial que cuando las comparamos con las que se suele intentar la consecución de varios objetivos) (Urshensnewsky, 1969; Gorkin et al, 1973; Monogradov y Platonov, 1975; Fedorova et al, 1975; Chepelyev, 1980; 1977 en Verkhoshansky Siff, pág 443)
La carga se concentra durante un período limitado de 3 semanas hasta 2 meses durante el transcurso de estadios específicos de la preparación. Esta se puede considerar concentrada si su volumen a lo largo del mes durante el cual se aplica es un 23-25% del anual general.
La eficacia de la carga concentrada de fuerza ha sido confirmada por muchos entrenadores así como por las investigaciones realizadas en varios deportes de equipo, cíclicos y de fuerza – velocidad; y permite reducir el volumen anual general de carga de fuerza en un 13-15% comparado con el enfoque tradicional.
Su aplicación provoca un descenso breve pero consistente de la fuerza velocidad del deportista, complicando la tarea de mejorar la técnica y la velocidad de movimientos. Esto no significa que el trabajo técnico sea totalmente omitido durante el estadio de carga concentrada de fuerza. Así pues, hay que reconocer la existencia de dos estadios sucesivos en el entrenamiento técnico durante el período preparatorio. Durante el primero se perfeccionan aquellos componentes técnicos que necesiten mejorarse, y durante el segundo, el énfasis se centra en la ejecución de los ejercicios deportivos en conjunto con esfuerzos de gran intensidad.
La reducción de carga que favorezca el ERELP debe producirse al menos durante 1 o 2 semanas (período de descarga o compensatorio).
Durante la aplicación de la carga concentrada de fuerza el trabajo de velocidad se excluye por completo, sin embargo es posible perfeccionar la técnica motriz.
En los deportes en los que la fuerza explosiva es importante, es necesario incluir un volumen pequeño pero suficientemente intensivo de mantenimiento.
Los estudios demuestran que los estadios de 3 o 4 semanas son los que se emplean con mayor frecuencia, y que la última semana se dedica a la recuperación. Existen también combinaciones de 2 semanas con carga fuerte y 2 con carga moderada o alternancia de 1 con carga fuerte y 1 con carga moderada.
Para los deportes de equipo (fútbol) se recomienda la periodización tricíclica de carga concentrada.
Podemos relacionar al fútbol con los modelos para deportes de duración media; esta organización de carga combina dos bloques de fuerza junto con el trabajo aerobio y anaerobio especial, en los que su relación cambia a través del ciclo anual. Hay predominancia de la carga aerobia durante el primer período preparatorio; durante el segundo período el trabajo es sobre todo a nivel del OBLA (comienzo de la acumulación de lactato en sangre). Una vez más se produce un incremento del volumen de carga aerobia durante el segundo estadio de la competición, cuyo papel es favorecer la recuperación. El trabajo especial (sobre todo en la zona ATP-PC) y el desarrollo de la velocidad resistencia (sobre todo en la zona anaerobia glucolítica) está calculado que se produzcan durante el estadio en que se manifiesta el ERELP de la carga fuerza (el desarrollo de la velocidad precede al de la velocidad resistencia. Los bloques de fuerza se seleccionan teniendo en cuanta su conformidad con el régimen de trabajo específico de la actividad deportiva.
La carga incluye tres bloques de fuerza. Los objetivos del primero son desarrollar la fuerza explosiva y máxima, los del segundo la fuerza resistencia y los del tercero aumentar la fuerza explosiva y crear las condiciones necesarias para aprovechar el ERELP de la carga de fuerza durante la fase fundamental de competición.
El primero y tercer bloque de fuerza se ejecutan combinados con el trabajo especial en la zona mixta (aerobia-anaerobia) de la producción de energía, mientras que el segundo se combina con el trabajo en la zona anaerobia (ATP-PC y anaerobia glucolítica). El volumen fundamental de la velocidad y preparación técnico táctica se ejecuta apoyándose en el ERELP obtenido por los dos bloques de trabajo de fuerza.

Aplicación en el fútbol del método de Concentración de Carga: Debemos ser muy cautos a la hora de aplicar éste tipo de metodología de trabajo. Lo apropiado sería realizarlo con futbolistas a los cuales vengo entrenando durante varios años, que ya hayan pasado por los métodos anteriormente mencionados, y con un alto grado de control en cuanto descanso y alimentación. También sería adecuado que dispusiera de un tiempo prudencial sin competencia importante en el momento de aplicación principal (6 a 8 semanas mínimo sin torneos competitivos ni amistosos).

Macrociclo ATR (Acumulación, Transformación y Realización): Su esencia radica en la periodicidad y la permutación de la orientación preferencial del entrenamiento. Esta permutación se logra alternando con tres tipos de mesociclos: acumulación, transformación y realización.

La idea general del sistema ATR se basa en dos puntos fundamentales del diseño de entrenamiento:
• La concentración de cargas de entrenamiento sobre capacidades específicas u objetivos concretos (capacidades / objetivos).
• El desarrollo consecutivo de ciertas capacidades / objetivos en bloques de entrenamiento especializados o mesociclos.
En lugar del diseño típico de mesociclo, este sistema sugiere una ordenación de los mesociclos basados en la relación entre las distintas capacidades – objetivos.
Es obvio que la mejora de una capacidad requiere la elevación de otra capacidad relacionada por medio del entrenamiento concentrado en un mesociclo consecutivo. Así un mesociclo acumulativo con trabajo generalizado extensivo debe proceder al trabajo intensivo más especializado del mesociclo de transformación. Este a su vez debe facilitar las bases para los ejercicios muy especializados competitivos y el entrenamiento concentrado de velocidad en el mesociclo de realización.
También puede utilizarse una combinación consecutiva de dos mesociclos de acumulación y dos de transformación. No obstante el programa acumulativo debe preceder al entrenamiento de transformación, el cual a su vez debe preceder al mesociclo de realización. Este principio de ordenación debería también ser utilizado cuando se diseñan los programas anuales de entrenamiento.
El macrociclo ATR afecta a todos los aspectos fundamentales de la preparación deportiva. En efecto es similar al ciclo anual, solamente que en miniatura. No obstante la estructura y contenido del entrenamiento varía dependiendo de: la posición de la fase específica dentro de la temporada, la cualificación de los deportistas y la especificidad de los deportes.

Aplicación en el fútbol de un ATR: Éste modelo de planificación es muy utilizable en parates que tenemos durante los ciclos de competencia. Por ejemplo, si el campeonato se suspendiera entre 2 y 4 semanas y se viene afrontando un calendario de competencia de algunos meses, y todavía queda muchos partidos por delante (u otra rueda de campeonato); se realiza un “retoque” de las cualidades físicas. Si tomamos como ejemplo una suspensión de 3 semanas, planificamos un macro ATR en el cuál podemos realizar una semana con orientación hacia la preparación general, una específica y una competitiva. Cabe destacar que este método de planificar es efectivo si contamos con un buen trabajo de base anterior (pretemporada), de otra manera es muy probable que el estímulo desarrollador sea insuficiente para en un período tan corto producir una mejora sustancial duradera de la base física de nuestros jugadores.

Para más datos como, inicio de los sistemas modernos de planificación, períodos óptimos de carga y descarga en los distintos sistemas, consejos prácticos de los autores y del grupo EKIPO sobre maneras de aplicación y ejemplos de planificaciones en el fútbol con distintos sistemas de cargas (día por día; con mts., kg., min., seg., evaluaciones efectuadas, etc.); solicitar material completo de la 3ª reunión “La Planificación en el Fútbol” a www.grupoekipo.com.

* Compilado y redactado por Grupo Ekipo.

Bibliografía.
– Anselmi H.; “Fuerza, Potencia y Acondicionamiento Físico”; Bs.As.; Argentina; 1998.
– I. Verkhoshansky, I. Ziff; “Súperentrenamiento “. Barcelona; Paidotribo; 2000.
– J. Weineck. “Fútbol Total”; Barcelona; Edit. Paidotribo; 1994.
– G. Cometti; “La Preparación Física del Fútbol”; Barcelona; Paidotribo; 1999.
– C. Bosco; “Aspectos Fisiológicos de la Preparación Física del Futbolista”; Barcelona; Paidotribo; 1998.
– A. Alarcón; “Módulo 7: Planficación“; Argentina; Grupo 757; 1999.
– V. Platonov; “Teoría y Metodología del Entrenamiento Deportivo”; Barcelona; Paidotribo; 1993.
– L. Matveyev; “El Proceso del Entrenamiento Deportivo”; Argentina; Stadium.

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